El estrés tecnológico, también conocido como tecnoestrés o Síndrome de Fatiga Informativa, es cada vez más frecuente entre la población en los últimos años, ¿saber cómo evitar estrés? El uso más común del ordenador en el trabajo, la creciente dependencia del smartphone y demás dispositivos móviles o la falta de horarios definidos a raíz del teletrabajo son algunos de los factores que incrementan el estrés tecnológico.
En este post vamos a analizar los síntomas del estrés tecnológico y las medidas para evitarlo, enfocándonos principalmente en cómo desconectar del trabajo y evitar estrés.
¿Qué es el estrés tecnológico?
El estrés tecnológico es un trastorno que afecta a las personas que hacen un uso excesivo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC). Generalmente este uso está motivado por el trabajo o por el estudio. Además, hay que tener en cuenta que una parte importante de nuestro tiempo libre también gira entorno a estas nuevas tecnologías: las redes sociales, el correo electrónico, las aplicaciones de mensajería…
Las tecnologías como smartphones, tablets y ordenadores empiezan a generar una dependencia hasta el punto de modificar los hábitos y formas de relacionarse con el mundo. Es decir, se dejan de usar de un modo saludable a raíz de esta hiperconexión con el mundo virtual.
Por otra parte, los cambios constantes en las TIC, las actualizaciones y las nuevas funcionalidades hacen que los usuarios necesiten estar todo el tiempo conectados y adaptándose a estas novedades. Esto implica que nunca se sientan preparados del todo para su uso, se frustren e incrementa el estrés tecnológico.
¿Cuáles son los síntomas del estrés tecnológico?
El estrés tecnológico tiene importantes repercusiones en la salud física y mental:
- Problemas de concentración: las tecnologías hacen que sea muy común tener que realizar paralelamente varias actividades y puede acabar traduciéndose en una falta de concentración en cada una de estas tareas.
- Dolor de espalda, brazos y ojos: pasar tantas horas al día frente a una pantalla y en la misma posición, acaba repercutiendo negativamente en el bienestar físico.
- Trastornos en el sueño: la dependencia tecnológica y la falta de desconexión restan horas de sueño y hacen que sea más complicado dormir al irse a la cama con preocupaciones relacionadas con las tareas pendientes.
- Nerviosismo y ansiedad: adaptarse a las nuevas tecnologías puede generar frustración, tensión y malestar entre otros efectos mentales nocivos.
- Desconexión con el mundo real: la hiperconexión con el mundo virtual puede acabar generando desconexión con el mundo real, socializar menos e incluso perder la capacidad de crear nuevos lazos.
Tipos de estrés tecnológico
El uso que se hace de las TIC, su nivel de implantación, las nuevas exigencias y el tiempo de exposición dan lugar a tres tipos de estrés tecnológico:
- La tecnoansiedad: el uso de las TIC provoca tensión, malestar y que el individuo no se sienta capacitado y competente con las TIC.
- La tecnofatiga: la sobrecarga informativa provoca cansancio, agotamiento mental y cognitivo y que el individuo no se sienta capaz de asimilar toda la nueva información.
- La tecnoadicción: tiene lugar cuando el individuo siente la necesidad de usar las TIC en todo momento y en todas partes. Genera un nivel de dependencia a las tecnologías hasta el punto de situarla en el eje central de su vida.
6 consejos: ¿cómo podemos evitar estrés tecnológico?
Para evitar el estrés tecnológico, o moderar sus síntomas, te damos una serie de recomendaciones para ayudarte a cambiar tu hábitos:
- Usa el mínimo tiempo posible la tecnología, tanto en el ámbito laboral como en el personal. Hay varias aplicaciones y funcionalidades que permiten cronometrar el tiempo que se usan las tecnologías a lo largo del día, e incluso hacer que salte una alarma al excederse del límite de tiempo recomendado.
- ¿Eres de los que mira el móvil antes de dormirse y al levantarse? ¡Cambia este hábito! Mirar el móvil antes de dormir incide negativamente en la calidad del sueño, y mirar el móvil al levantarse repercute en el estado de ánimo.
- El modo avión, tu aliado. Si no estás esperando ninguna llamada importante, usa el modo avión para desconectar completamente y evitar mirar las nuevas notificaciones a cada poco tiempo.
- Realiza más actividades para las que no sea necesario un aparato tecnológico. Por ejemplo, cambia una película por un paseo o reduce el tiempo empleado en redes sociales y queda con tus amigos en persona.
- Siempre que sea posible, comunícate cara a cara. Siguiendo siempre las recomendaciones de seguridad relacionadas con el coronavirus y respetando las medidas vigentes.
- No dependas de las tareas pendientes. Aunque queden trabajos por hacer, prioriza el tiempo de descanso para poder desconectar y rendir mejor durante las horas de trabajo.
En balance, las tecnologías están entrando con fuerza en nuestras vidas con la función de simplificar nuestras tareas y mantenernos más conectados. Pero hacer un uso inadecuado de ellas y permitir que consuman demasiado tiempo y energía puede desencadenar estrés tecnológico.
¿Consideras que haces un uso responsable de las tecnologías? ¿Has padecido o padeces síntomas que puedas relacionar con el estrés tecnológico? ¡Te leemos en los comentarios!
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.