Poseer una franquicia conlleva aprovechar las ventajas de una idea que ya ha sido probada con éxito y contar con el respaldo de una gran marca. Por eso, muchas personas se ven atraídas por este modelo de emprendimiento que, como con cualquier negocio, implica una serie de desafíos.
España cuenta con más de 1.348 franquicias que facturaron un total de 27.592 millones de euros en 2017. Así lo recoge el informe La franquicia en España (2018), elaborado por el servicio estadístico de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF). En la última década, el número de marcas de franquicia se ha incrementado en un 38,4%. Con unas cifras que crecen año tras año, emprender con este modelo de negocio se convierte en una buena opción.
Si tú también estás valorando la idea, en esta guía recopilamos toda la información que debes tener en cuenta:
- ¿En qué consiste una franquicia?
- Tipos
- Ventajas
- Desventajas
- Aspectos básicos del contrato de franquicia
- Canon y royalty de explotación
- Inversión inicial
- Cómo conseguir financiación
¿Qué es una franquicia?
Esta forma de colaboración empresarial entre franquiciador y franquiciado es una de las más extendidas mundialmente y está regulada mediante un contrato privado, en el que figuran aspectos como la actividad, el sistema de pagos, los objetivos de ventas, la exclusividad territorial y las causas de rescisión.
El franquiciador es la empresa y aporta el modelo de negocio, mientras que el franquiciado es el autónomo o sociedad que gestionará el negocio a cambio del pago de una cuota.
Tipos de franquicias
Existen diferentes clases de franquicias según la actividad, la ubicación o el tipo de relación entre franquiciador y franquiciado.
Franquicias según el tipo de actividad
Franquicia industrial
El franquiciador suele ceder el derecho a fabricar sus productos, el know-how de una parte del proceso productivo y la distribución de sus productos en una zona determinada.
Franquicia de producción
El franquiciador produce los productos y el franquiciado los vende.
Franquicia de distribución o de producto
Modelo en el que el franquiciado únicamente cumple la función de distribuidor de mercancía, la cual es obtenida directamente del franquiciante.
Franquicia comercial
Es el clásico modelo de franquicia en el que el franquiciador ofrece al franquiciado todos los elementos necesarios para vender los productos y servicios.
Franquicia de servicios
En este modelo el franquiciado transmite el know-how. Es decir, se ofrece un método o una forma de trabajo marcada.
Franquicia mixta
Es una variante en la que se mezcla el modelo de franquicia de distribución y franquicia de servicio.
Franquicias según la ubicación
Franquicia córner
Se establece dentro de un establecimiento que ya opera, situándose en un córner o esquina de este. Casi siempre está relacionada con la actividad que el establecimiento franquiciado desarrolla.
Franquicia shop in shop
La franquicia shop in shop se incluye dentro de otro comercio, camuflada y recreada con la misma decoración, aunque sea independiente de ella.
Franquicia tienda online
Basada en el comercio electrónico, no es necesario tener una ubicación física. Solo es necesario contar con la plataforma de venta.
Franquicias según la relación franquiciado-franquiciador
Franquicia individual
Es la forma más típica en la cual un empresario adquiere una franquicia para operarla.
Franquicia múltiple
Se produce cuando una misma persona posee varias franquicias de la misma marca.
Franquicia regional
El franquiciador cede el derecho de establecer una determinada cantidad de franquicias en un área geográfica determinada a un franquiciado.
Franquicia maestra
Mediante este tipo de contrato, el franquiciante otorga en forma exclusiva al franquiciado el derecho de desarrollar este mismo proceso en un área o región determinadas. En otras palabras, le da la posibilidad de subfranquiciar a otros.
Participación accionarial
Se produce cuando una de las partes participa en el accionariado de la otra. Un ejemplo sería cuando el franquiciador posee participaciones de una de las franquicias.
Ventajas de montar una franquicia
Crear tu propio negocio aprovechándote de la experiencia de otro empresario que ya ha triunfado es una de las principales ventajas de apostar por una franquicia. Pero hay muchas más:
- Seguridad y reducción de riesgos
Al contar con el prestigio de una marca consolidada, las posibilidades de que la inversión inicial se pierda son bajas. El valor de la marca y de los productos, reconocidos por el público, harán que emprender sea más sencillo.
- Soporte, experiencia y know how.
Las franquicias dan todo tipo de asistencia y formación a los franquiciados para que el negocio arranque rápidamente y con mayores probabilidades de éxito. Además, su famoso know how o “saber hacer” es un aprendizaje que te transmitirán y que, de otro modo, conllevaría una gran inversión económica y temporal.
- Comunicación y marketing global.
El alcance y la rentabilidad de las acciones serán superiores a las que tendría tu negocio de manera aislada, ya que toda la red se beneficia de las estrategias y campañas que se implementan desde la central.
- Economía de escala y competitividad.
Te aprovecharás de las economías de escala que se deriven de la existencia de varios establecimientos de la marca (misma imagen, estrategia de comunicación y marketing común, por ejemplo). Además, competirás con los gigantes del sector y podrás llegar a complementarlos, como sucede en gran parte de centros comerciales.
Desventajas de las franquicias
Además de los desacuerdos que puedan surgir entre ambas partes al gestionar el negocio, conviene tener en cuenta ciertos inconvenientes.
- Costes iniciales
Suelen ser superiores a los de un negocio tradicional, ya que será necesario pagar un canon de entrada que cubra los costes de la puesta en marcha, royalties o pagos por los derechos de autor de la marca o producto para su explotación, y, en ocasiones, ceder una parte de los beneficios. Sin embargo, existen varias vías de financiación que detallamos en esta guía.
- Menor libertad
El franquiciador es el encargado de controlar todos los aspectos relacionados con la explotación del negocio y la marca. En este sentido, la posibilidad de tomar decisiones y desarrollar tu creatividad será menor.
- Dependencia de la marca
El prestigio de la marca es una gran ventaja, pero si su imagen o rendimiento se ven afectados en otros puntos de venta, repercutirá negativamente en tu negocio.
- Riesgos asociados a la gestión del franquiciador
Si un franquiciador es nuevo en el sector, dará más importancia a captar franquiciados que a prestar servicios de ayuda, y la inversión económica en soporte y asistencia será menor, por ejemplo.
Contrato de franquicia: aspectos básicos
El contrato de franquicia debe detallar los siguientes elementos fundamentales:
Condiciones de la franquicia
Es necesario que el contrato detalle la forma en la que el franquiciado puede hacer uso de la marca y las causas que pueden motivar la resolución del contrato en caso de no cumplir las normas.
Know how y formación
La formación del franquiciado por parte del franquiciador es básica en este modelo de negocio. Por eso, el contrato de franquicia debe recoger la firme intención de esa transmisión de conocimientos.
Duración de contrato
El contrato de franquicia debe recoger la duración mínima de la licencia, así como las condiciones de las sucesivas prórrogas. Normalmente el término varía entre cinco y diez años, con o sin posibilidad de prórroga o renovación.
Asistencia comercial y técnica
Dependiendo del tipo de negocio, es posible que el franquiciado necesite máquinas especializadas o materias primas concretas. Puede ser la central la que proporcione todo el material o puede que el franquiciado tenga libertad para elegir sus propios proveedores. Esto debe quedar especificado en el contrato, al igual que el modo de proceder en cuanto a la asistencia técnica.
Condiciones de pago
Es importante detallar las condiciones de pago en el contrato para así evitar malentendidos y litigios.
Canon de entrada, de publicidad y royalty de explotación
A la hora de montar una franquicia, hay tres conceptos básicos que debes conocer:
Canon de entrada
El canon de entrada es una cantidad que abona el franquiciado al comienzo de la actividad por una serie de conceptos básicos como son la formación o el uso de la marca. Se abona el valor íntegro en un solo pago, aunque algunas marcas no cobran canon de entrada.
El valor de este importe depende de muchos factores: el sector, la competencia o el margen de beneficio, entre muchos otros.
Royalty de explotación
El royalty de explotación es el importe que el emprendedor tiene que pagar periódicamente a la franquicia por los servicios que le presta. Puede ser mensual, trimestral o anual, siendo el primero de ellos el más habitual. Normalmente, se calcula en base al porcentaje de ventas o compras. Pueden ser un porcentaje fijo, semifijo o mixto (fijo y variable).
Canon de publicidad
El canon de publicidad es el pago, generalmente mensual, que el franquiciado hace al franquiciador con el fin de que este lo invierta en campañas publicitarias generales.
¿Cuál es la inversión inicial?
La inversión media para poner en marcha una franquicia en España se situó en 2018 en los 96.100 euros, según datos de la consultora Barbadillo & Asociados. Sin embargo, hay franquicias para todos los bolsillos y según el informe de la consultora, el 48% de las franquicias que existen en nuestro país necesitan de una inversión inferior a los 60.000 euros para iniciar su actividad.
La inversión inicial implica el canon de entrada a la franquicia y el acondicionamiento del local. Además, hay que tener en cuenta los gastos mensuales de los primeros meses como: compra de productos, pago de salarios, alquiler del local…
Ten en cuenta que la recuperación de este importe inicial no es inmediata. Por tanto, es necesario realizar una planificación financiera prudente, valorando primero cuáles son tus ingresos de partida, si cuentas con posibilidad de recibir financiación privada y si el negocio en el que quieres invertir es realmente rentable.
¿Dónde encontrar financiación para convertirse en franquiciado?
Para financiar tu franquicia puedes recurrir a préstamos bancarios, líneas públicas de crédito o los avales de las sociedades de garantía recíproca.
- Los créditos bancarios siguen siendo la principal herramienta que utilizan los empresarios del sector para abrir sus negocios. En ABANCA puedes encontrar la financiación que más se adapta a tus necesidades, como los préstamos pyme, cuyos interesespodrás deducir fiscalmente. Y si vas a abrir tu negocio en Galicia, el Plan Activamos te interesa.
- Las ayudas públicas dirigidas específicamente al sector de las franquicias son todavía escasas, aunque existen algunas. Por tanto, revisa aquellas que van destinadas a emprendedores y autónomos en general, ya que en ellas se suele incluir también a los franquiciados.
- Las Sociedades de Garantía Recíproca son entidades de ámbito autonómico que actúan como intermediarias con los bancos, proporcionando los avales necesarios para acceder a los préstamos. Para contar con esta garantía, hay que convertirse en socio partícipe y aportar capital en proporción a la cantidad solicitada.
Si tu idea es emprender y hacerlo a través de una franquicia, es muy importante que, antes de examinar enseñas, y sectores, analices tu perfil como empresario: debes estar dispuesto a adaptarte al cambio, a aprender continuamente y a pertenecer a una red de franquicia, lo que conlleva asumir una serie de normas, tal y como comentamos.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.