Existen diversos métodos para ayudar a las empresas a afrontar situaciones delicadas a nivel económico. Uno de estos métodos es el concurso de acreedores, una fórmula muy común que permite asegurar la continuidad de una compañía.
Para conocer mejor en qué consiste este procedimiento judicial, en este post te explicamos qué es el concurso de acreedores y qué supone para las empresas.
¿Qué es un concurso de acreedores?
El concurso de acreedores es una fórmula que se emplea para ayudar a personas físicas o jurídicas que presentan complicaciones para hacer frente a sus pagos. De esta forma, se busca una solución para que un deudor que se encuentra en una situación de insolvencia pueda afrontar las deudas con sus acreedores.
Este proceso trata de ofrecer alternativas de pago y un remedio de pago parcial para garantizar la continuidad de la actividad empresarial. Funciona como una herramienta de protección social, ya que su finalidad es prevenir el impacto que puede provocar en la sociedad la quiebra de una compañía.
Aunque también pueden declararse en concurso trabajadores particulares (generalmente autónomos), es cierto que la mayoría de los concursos de acreedores que se impulsan en España son de empresas.
Es importante mencionar que existe un procedimiento concreto para evitar la situación concursal: el preconcurso de acreedores. Éste permite a las empresas en un estado de insolvencia disponer de un total de tres meses para lograr un acuerdo y no llegar a la fase de concurso.
Requisitos para solicitarlo
Para que a una compañía le concedan la situación concursal, es necesario que esté en un estado de insolvencia actual o inminente. Además del concurso voluntario de acreedores, que es el que solicita el empresario, existe el concurso necesario. En este caso, la solicitud la presenta un acreedor cuando ha intentado cobrar una deuda y no lo ha conseguido.
Así, para solicitar el concurso de acreedores es necesario cumplir con unos requisitos legales determinados, que se recogen en la Ley 22/2003, de 9 de julio, Concursal. La normativa recoge los términos fundamentales para solicitar el concurso:
- Que la empresa no pueda abonar sus deudas de forma íntegra.
- Y que para cumplir con sus obligaciones tenga que recurrir al endeudamiento sistemático.
Si se cumplen estos requisitos, la empresa debe solicitar el concurso voluntario de acreedores en un plazo de dos meses.
La solicitud tiene que presentarse en un juzgado mercantil con una documentación determinada. Y es que para acreditar la situación crítica del negocio, es necesario aportar:
- Declaración de la legitimación para presentar el concurso de acreedores.
- Memoria económica del deudor.
- Inventario de bienes y derechos.
- Lista de acreedores.
Fases del concurso de acreedores
El concurso de acreedores consta de cuatro fases:
Actos previos
Constituyen la solicitud del concurso, la documentación a presentar y los primeros pasos del proceso. Llevan al auto de admisión a trámite, que abre la fase común.
Fase común
Comienza con la declaración del concurso de acreedores. El objetivo de esta fase es definir el alcance del concurso e intentar preservar el patrimonio del deudor. Termina con la elaboración del informe concursal.
En un concurso de acreedores, el juez nombra a un administrador para que se encargue de negociar la deuda con los proveedores. El objetivo es lograr pactos para poder pagar en el mejor plazo posible. Si el juez aprueba el concurso de acreedores, este se publica en el BOE.
Fase de resolución
La resolución puede producirse de dos formas: el convenio (conservar la empresa) o la liquidación concursal.
- La finalidad del convenio, que requiere la aprobación judicial, es llegar a un acuerdo con los acreedores para permitir el pago.
- La liquidación concursal, que consiste en liquidar el patrimonio de la empresa, solo se da en los casos de total inviabilidad del proyecto empresarial.
Calificación del concurso
El concurso puede ser calificado como fortuito (casual o accidental) o culpable. Esta fase se deja para los casos de liquidación o incumplimiento del convenio, por ejemplo.
¿Qué pasa después del concurso de acreedores?
Como ya hemos comentado, las empresas que salen de un concurso pueden continuar con su actividad con normalidad. De hecho, en la fase de convenio hay negocios que logran funcionar porque van pagando poco a poco la deuda. En otros casos, liquidar el patrimonio de la empresa es inevitable.
Ahora que hemos visto qué es el concurso de acreedores, recuerda que puedes echar un vistazo a nuestro Centro de ayuda para empresas para resolver cualquier duda.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.