Todos sabemos que la vida universitaria es una de las experiencias más enriquecedoras que existen, aunque también supone un gran desafío que pone a prueba las responsabilidades de cada uno en los ámbitos personal, académico y financiero. Cómo ahorrar dinero si solamente el pago de la matrícula, el alquiler y el transporte representa un desembolso tan elevado. Pues bien, aunque no siempre sea sencillo hacer frente a estos gastos, tampoco es imposible: la clave está en saber administrarse.
Consejos para estudiantes universitarios que no saben cómo ahorrar dinero
Su gran objetivo es prepararse para el futuro laboral, pero si durante la etapa universitaria los estudiantes son capaces de aprender a gestionar su economía y ahorrar algo de dinero, mejor que mejor. Tu también te preguntas cómo ahorrar dinero. Entonces continúa leyendo.
Fíjate un presupuesto
Decidir cuál será tu presupuesto semanal o mensual es el primer paso para asumir la responsabilidad sobre los gastos propios. Asigna una cantidad para la compra, otra para tus viajes, para tus momentos de ocio… y registra cuánto y en qué inviertes tus ahorros. De este modo, será mucho más sencillo modificar comportamientos si las cosas no funcionan como esperábamos.
Valora todas las opciones de transporte
Analiza cuál es la forma más rentable de llegar a tu destino si estudias fuera de casa: coche compartido, tren, autobús o avión. Y, una vez en la ciudad de destino, no olvides que el transporte será un gasto fijo al que destinarás parte de tu presupuesto. Por ello, deberás valorar la posibilidad de ir caminando o en bicicleta en lugar de coger el autobús o el metro, plantearte si te compensa adquirir un abono de transporte joven o billetes sueltos, etc.
Planifica tus comidas
Acudir al supermercado una o dos veces por semana con una lista de la compra es fundamental para organizar tus comidas y no gastar más de la cuenta en productos que realmente no necesitas. Además, si tienes que comer fuera, podrás ahorrarte una gran cantidad de dinero si llevas tu propia comida de casa o lo haces en la cafetería de la universidad, pues normalmente están subvencionadas.
Sácale partido a las bibliotecas públicas
Muchos alumnos de primer curso desconocen que la mayor parte de los manuales especializados que se emplean en las aulas están en la biblioteca de la facultad al alcance de todos, por lo que no es necesario comprarlos (además, suelen ser bastante caros). Asimismo, en muchas ocasiones las bibliotecas disponen de una amplísima variedad de películas, series, músicas y literatura que podrás disfrutar en tu casa sin gastar un solo euro.
Comparte piso
No es solo bueno para socializar, sino también para tu bolsillo y el de tus padres. Compartiendo vivienda los gastos de alquiler y las facturas de electricidad, agua, conexión a internet e incluso comida se verán reducidos.
Trabaja
Puedes hacerlo en alguno de los múltiples servicios que ofrece la universidad o en un negocio local a media jornada. Tú decides el esfuerzo que estás dispuesto a realizar en función de tus necesidades. Y es que son muchos los estudiantes que compaginan los estudios y el trabajo, especialmente en los períodos libres de exámenes, para poder tener un remanente durante el resto del curso escolar. ¿Por qué no intentarlo?
Solicita ayuda
Cada situación personal es diferente, pero ninguna debería convertirse en impedimento para obtener una titulación superior y dedicarse a lo que uno más le gusta. En este sentido, la financiación externa es una opción a tener en cuenta. El préstamo Grado te ofrece eso y muchas otras ventajas. ¿Quieres información más detallada?
¡Estudia!
Otro truco sobre cómo ahorrar dinero: si suspendes una asignatura y vuelves a matricularte, el coste de cada crédito será superior que en origen. Además, las buenas notas tienen recompensa, pues cada matrícula de honor supone el descuento de una asignatura con los mismos créditos el siguiente año. Por último, podrás optar a un mayor número de becas y ayudas económicas cuanto mejores sean tus calificaciones.
