Las criptomonedas son divisas virtuales que permiten intercambiar bienes y servicios sin intermediarios. Bitcoin (BTC) nació en 2009 y es la primera moneda descentralizada del mundo sobre la que nadie puede decidir, aunque desde entonces han surgido otras como ethereum, dogecoin, litecoin o ripple. Con todo, sus limitaciones generaron un desencuentro en la comunidad Bitcoin, que se ha dividido para crear bitcoin cash (BCC). En este artículo os explicaremos los orígenes y retos a los que se enfrenta esta nueva criptodivisa.
¿Cómo y por qué surge bitcoin cash?
Cuando se creó bitcoin se fijó su límite de capacidad: cada bloque de blockchain (aquí te explicamos qué es y cómo funciona) contaría con un megabyte, lo que no permitiría más de siete transacciones por segundo. Esto, sumado a su gran número de usuarios, produjo una serie de limitaciones en la capacidad y velocidad de la moneda.
De este modo, se generó un conflicto interno en la comunidad bitcoin. Mientras que unos eran partidarios de aumentar la cadena de bloques o blockchain para agilizar las transacciones, otros se oponían, ya que de este modo la moneda sería vulnerable a la regulación gubernamental.
Finalmente, el en agosto de 2017 los defensores de la primera opción crearon una criptomoneda con ocho megabytes clonando el código de la versión original y sin perjudicar a los propietarios de bitcoin. Así fue como nació bitcoin cash.
Sus características son muy similares a las de la anterior moneda: seguridad, anonimato y ausencia de intermediarios. Además, sus creadores tienen la intención de ofrecer a los inversores la misma cantidad de bitcoin en bitcoin cash, convencidos de que son la mejor opción para el crecimiento de la divisa.
Retos de la criptomoneda del futuro
Con un valor de alrededor 228 euros por unidad, bitcoin cash se posicionaba como la tercera criptomoneda del mercado una semana antes de su lanzamiento, siendo superada únicamente por bitcoin y ethereum.
Actualmente continúa avanzando, aunque ocupa la cuarta posición con un valor aproximado de 240 euros. De todos modos, su futuro depende de que los mineros apoyen el cambio, obtengan y certifiquen bloques más grandes para trabajar, lo que requerirá de ordenadores con mayor almacenamiento.
Además, otro de sus grandes retos es contar con la ayuda de empresas involucradas en el negocio que apuesten por bitcoin cash como alternativa y solución a los problemas generados por bitcoin.
En cualquier caso, lo que ya ha logrado la nueva criptodivisa es atraer a los usuarios y consolidarse como un método de pago más. ¿Será esta la moneda del futuro?