Pignorar, ¿qué es y cuándo interesa?

3.9/5 - (37 votos)

A pesar de que probablemente pignorar no sea un término muy utilizado en tu día a día, sí que lo es en el ámbito de la operativa bancaria. Por eso, no sólo resulta conveniente sentirse familiarizado con el concepto, sino que también es importante saber los beneficios prácticos de la pignoración a la hora de organizar tus finanzas persona­­les.

¿Qué es pignorar?

Según la Real Academia Española, pignorar es dar o dejar algo en prenda. Es decir, dejar habitualmente ante un prestamista, un bien o bienes que puedan ser comprados o vendidos como una forma adicional de garantía de pago.

Esta garantía surgió a finales del siglo XV como solución al problema de la especulación con los montes de piedad, que era de hasta un 100% de interés de préstamo para el pueblo llano, cuya única solución por entonces era la de empeñar sus bienes más preciados.

En nuestros días, con un tipo de interés que nada tiene que ver al de por entonces, el tipo de prenda que puedes ofrecer para garantizar el éxito de la operación puede ser de muy diferente naturaleza. La legislación no permite pignorar fondos de pensiones. Sin embargo, puedes pignorar cualquier bien inmueble que pueda ser vendido o comprado con valor (coche, casa, joyas, cuadros, etc) o tus fondos de inversión, como acciones, participaciones, depósitos o seguros.

Ventajas del préstamo pignorado

  • La operación de la financiación se hace más rápida y el tipo de interés que se aplica es más bajo.
  • Los costes para formalizar el préstamo pignoraticio son inferiores a los del préstamo hipotecario.
  • El tiempo de compromiso es más corto que el de una hipoteca.
  • Es más rentable porque permite mantener la inversión en activos financieros.

Diferencia entre garantía pignorativa y garantía hipotecaria

Si bien es cierto que, a priori, el proceso de pignorar suena a garantía hipotecaria, la garantía pignorativa es diferente. Ante una hipoteca, te responsabilizas de devolver ese préstamo con el pago de una serie de cuotas preestablecidas. En ese caso, con tu nómina o ingresos, avalas tu capacidad para poder hacer frente a la deuda. Sin embargo, cuando se trata de pignorar puedes ofrecer como garantía cualquier cosa mientras alcance el valor del préstamo que has pedido.

¿Cuándo interesa pignorar?

Cuando ante una financiación no tienes garantías reales ante los prestamistas, el pignorar te puede facilitar el acceso al préstamo. Comúnmente, los costes de una pignoración como método de garantía de pago son mucho más bajos que los de una hipoteca. Incluso si necesitas una financiación y pides un préstamo, puedes pignorar tu cuenta a plazos o productos financieros para poder garantizar ese préstamo y sus intereses.

Otra opción es pignorar una herencia. Si eres heredero de varios inmuebles, pero no dispones de liquidez suficiente como para pagar el impuesto de sucesiones, puedes pignorar parte de tu herencia para poder pagar ese impuesto.

Pignorar acciones es otra de las técnicas más extendidas. Es decir, con el objetivo de recibir mejores condiciones de financiación, usar como garantía de pago acciones que tienes en cartera como inversor. Para ello, cuanto mayor sea la calidad de tus valores, “más barato” será el acceso al préstamo para ti. Seguirás siendo el titular de tus acciones y recibiendo los dividendos que estas generen, mientras la pignoración está en proceso. En el caso de que las cotizaciones de la pignoración de acciones bajen de precio, podemos solicitar que se aumente la garantía con más valores o por ejemplo reducir el valor de tu préstamo.

¿Qué pasa con mi prenda cuando pido un préstamo pignorado?

  • La prenda que quieres ofrecer como garantía no la podrás usar de ninguna forma durante el tiempo que se prolongue el préstamo. Esto quiere decir que, por ejemplo, si pignoras un coche, se atesorará de manera que no podrás conducirlo, venderlo o hacer nada con él hasta que afrontes la deuda. Por eso, es importante que te cerciores de que puedes prescindir de ese bien al menos, durante ese periodo de tiempo.
  • Mientras exista la deuda, la prenda no podrá ser modificada.
  • Si incumples la obligación, el titular del derecho deberá vender la prenda en una subasta pública, y nunca quedarse con ese bien, a menos que no haya comprador en dicha subasta. Si se trata de bienes financieros como acciones podremos usar los derechos con el propósito de reponer el capital prestado.
  • Esa pignoración debes hacerla constar en la escritura pública.
  • Cuando se termina la obligación, la prenda te será devuelta.

Hoy en día las opciones para pedir un préstamo son muy diversas. En el pasado el pignorar era una decisión de último recurso para aquellos ciudadanos en estado de precariedad. Ahora, gracias a la evolución que ha tenido el sector financiero a lo largo de los años, se ha convertido en un mecanismo útil a tu disposición si quieres afrontar impuestos o invertir.

Si estás pensando en pedir un préstamo pero no sabes cuál es el que más se ajusta a tu perfil o tienes dudas al respecto, ¡no te preocupes! Consulta en tu oficina más cercana de ABANCA o escríbenos y nuestro equipo especializado responderá a todas tus preguntas en menos de 24 horas.

Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.

Recibe nuestros contenidos más útiles

en tu bandeja de entrada. Consigue además nuestra guía con ¡todo lo que debes saber para comprar tu primera vivienda!