En general, las operaciones bancarias son las que se producen entre el banco y sus clientes, o bien, entre dos o mas bancos entre si. Existen muchos tipos de operaciones, pero en esta ocasión trataremos las operaciones de activo y pasivo.
Qué son las operaciones de activo
Las operaciones bancarias de activo son aquellas que realizan los bancos y en las que invierten su dinero. Los ejemplos más comunes los encontramos en la concesión de un préstamo de dinero a un cliente o a una empresa. El deudor de este préstamo devolverá el capital que el banco le haya dejado además de los intereses que genere.
Este tipo de operaciones suponen un cierto riesgo para los bancos por la posibilidad de que la persona a la que se le ha concedido el préstamo no le devuelva el dinero.
Qué son las operaciones de pasivo
Además de las operaciones bancarias de activo, existen las operaciones bancarias de pasivo. Te contamos en qué consisten estas últimas.
Las operaciones bancarias de pasivo que hace una entidad financiera tienen como fin captar recursos monetarios. A través de ellas, el banco obtiene capitales para poder disponer de ellos y llevar a cabo proyectos e inversiones que les aporten más rentabilidad. A cambio, se compromete a devolver a los clientes todo el dinero que les hayan prestado y pagar una rentabilidad, generalmente en forma de interés.
Ejemplo práctico
Por último, vamos a ver algunos ejemplos de ambos tipos de operaciones bancarias:
Operaciones bancarias de activo
- Préstamo que el banco concede a Pedro porque necesita comprar un coche y no dispone del dinero suficiente para hacerlo
- Crédito concedido a Belén para la ampliación de su ferretería
Operaciones bancarias de pasivo
- Valeria decide abrir una cuenta corriente en el banco en la que irá ingresando dinero con el objetivo de ahorrar
- Manuel decide hacer un depósito monetario en el banco cuyo dinero le será devuelto en el tiempo que haya pactado con su entidad
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.