Cuando compramos o contratamos algún activo financiero lo hacemos con el fin de ahorrar y que nuestro dinero genere una rentabilidad, lo que nos dará un mayor poder económico.
Este hecho genera unos intereses a nuestro favor. Y se nos pagarán según lo que se haya estipulado en el contrato a la hora de firmarlo. Pueden ser pagos mensuales, anuales o lo que acuerdes con la entidad.
¿Qué significa liquidar intereses?
El ingreso que hace el banco en tu cuenta por los intereses que haya generado algún producto financiero, como un depósito, valores, el dinero que tienes en la cuenta bancaria, etc., y es lo que se conoce como liquidación de intereses.
Liquidar, en el ámbito financiero, significa “saldar o pagar enteramente una cuenta”. Por lo tanto, la liquidación de intereses es el cálculo del rendimiento que vamos a obtener por nuestro dinero y el abono del mismo, según las condiciones que hayas pactado con el banco.
Diferencia entre devengo y la liquidación de intereses
Hay que diferenciar entre estos dos conceptos ya que, a menudo, suelen ser confundidos.
Pongamos que contratamos un servicio financiero en el que pactamos con el banco que cada mes (30 días) nos liquide intereses, es decir, nos ingrese el dinero que este servicio ha generado. El día 7 ya tenemos intereses devengados. Esto significa que el banco ya nos debe intereses de esos 7 días. No obstante, no serán liquidados, es decir, convertidos en dinero, hasta el día 30.
Ejemplo
Abrimos una cuenta de ahorro en el banco. Nuestra finalidad es ingresar en ella todos los meses un poco de dinero e ir ahorrando de cara al futuro.
Por tener ese dinero guardado, el banco nos pagará unos intereses. Pongamos que nuestro objetivo es ahorrar 1.000€ al finalizar el año. El banco pagará unos intereses del 0,5% anual, lo que significa que al finalizar el año tendríamos los 1.000€ más 5€ de intereses. Esto sumaría un total de 1.005€.
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