El interés compuesto es el que se va sumando al capital inicial y sobre el que se generan nuevos intereses. El capital inicial aumenta en cada periodo ya que se le suman los intereses generados. Así, la tasa de interés se continúa aplicando sobre un capital que va aumentando.
A la hora de realizar una inversión, bien sea en un fondo de inversión o en un plan de pensiones, el término interés compuesto se menciona en todos ellos. Por este motivo es importante tener el concepto muy claro.
El interés compuesto se produce cuando los intereses de una inversión inicial se añaden al total de la inversión. En el futuro, estos intereses generarán intereses sobre sí mismos. Es decir, si generas intereses sobre tus ahorros, tu capital se incrementará gracias a la suma de esos intereses al capital inicial.
Ejemplo
Si conseguimos un ahorro de 30.000 euros en un fondo que genera una rentabilidad del 5% al año, cuando pasen esos 12 meses tendremos 31.500 euros.
Al año siguiente, la rentabilidad que se obtenga ya será sobre esos 31.500 euros, no sobre los 30.000 anuales, con lo que gracias al interés compuesto año tras año irá incrementando su rentabilidad. Siguiendo el mismo ejemplo, en el segundo año tendría 33.075 euros.
Diferencia entre interés compuesto e interés simple
En el interés compuesto los intereses se reinvierten para ir generando cada vez más intereses. En cambio, en el interés simple, los intereses se generan siempre sobre el capital inicial. Así es como el simple es lineal, mientras que el compuesto es un tipo de interés exponencial.
Cómo se calcula
Para calcularlo, es decir, para conocer cuánto aumentará el capital a lo largo del tiempo, se utiliza la siguiente fórmula:
Capital final: Ci x (1+Ti)^t
- Ci es el capital inicial
- Ti la tasa de interés anual
- t, el tiempo que dura la inversión
Utilizando el ejemplo anterior, el primer año el resultado de 31500 euros se obtendría de esta forma:
Capital final= 30000 X (1 + 0,05/1) ^ 1 = 31500
En el segundo año, la fórmula se aplicaría así:
31500 x (1+ 0,05/1) ^ 1 = 33075
Estos datos tienen finalidad informativa y no deben interpretarse en ningún caso como una recomendación de compra o venta, o de realización o cancelación de inversiones, ni puede servir como base de ningún tipo de decisión sobre inversiones actuales o futuras. ABANCA no se hace responsable de los perjuicios que pueda sufrir el inversor como consecuencia del uso de dicha información. El cliente es responsable de las decisiones de inversión que adopte y del uso que haga de la información proporcionada a tal efecto. Rentabilidades pasadas de las inversiones no garantizan rentabilidades futuras.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.