¿Qué es el flujo de caja o cash flow?

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A la hora de gestionar cualquier empresa, hay términos que debemos tener en cuenta para conocer el estado financiero de nuestro negocio. Uno de estos términos es el llamado flujo de caja o cash flow, uno de los principales indicadores que hay de la situación financiera de un proyecto empresarial.

En este post te explicamos qué es el flujo de caja, cómo se calcula y qué tipos de flujos de caja existen. Toma nota, ¡esto te interesa!

¿Qué es el flujo de caja?

Seguro que muchos os preguntaréis qué es el flujo de caja. El flujo de caja o cash flow es un indicativo fundamental del estado económico de una empresa. Es un término financiero muy utilizado que hace referencia a las entradas y salidas netas de dinero que tiene un negocio o un proyecto empresarial en un período de tiempo determinado. De esta forma, aporta información sobre los recursos que genera una empresa y su capacidad para hacer frente a las deudas.

El cash flow es una herramienta útil para medir el nivel de liquidez de una compañía. Permite conocer los ingresos (el dinero ganado por las ventas o el cobro de deudas) y los gastos (los sueldos de los empleados, por ejemplo) de la misma. En definitiva, ayuda a tomar decisiones importantes acerca del funcionamiento de la actividad financiera de una empresa.

El registro de las entradas (ingresos) y salidas (gastos) de dinero queda plasmado en el estado de flujo de caja. Es importante contar con una gestión adecuada del cash flow para mantener la solvencia de un negocio y prosperar en términos empresariales.

Tipos de flujos de caja

Existen diferentes tipos de flujos de caja y cada uno de ellos revela una información determinada sobre la viabilidad de un proyecto. Son los siguientes:

Flujo de caja operativo (FCO)

El flujo de caja operativo es la cantidad de efectivo que entra y sale (es decir, el que se ingresa y el que se gasta) de la empresa a través de las operaciones relacionadas de manera directa con su actividad. Estas operaciones incluyen la venta de productos y servicios o la compra de materias primas.

Es fundamental mencionar que en el cash flow operativo no se tienen en cuenta los costes de financiación.

Flujo de caja de inversión (FCI)

El flujo de inversión hace referencia a la cantidad de dinero que se ingresa o se gasta en función de las inversiones de la compañía. Normalmente en productos financieros (acciones, valores, etc.) que pueden convertirse en liquidez.

Es el resultado de haber invertido dinero en un producto que aportará beneficios en el futuro, como puede ser la maquinaria de la empresa.

Flujo de caja financiero (FCF)

El flujo financiero constituye los movimientos de dinero en efectivo de las inversiones financieras de la empresa relacionadas con su actividad. Las entradas pueden ser cobros por la emisión de acciones, y las salidas comprenden el reembolso de préstamos o el pago de dividendos, entre otras operaciones.

¿Cómo calcular el flujo de caja?

El flujo de caja neto es el efectivo que sale y entra de la empresa. Para poder calcularlo necesitamos saber cuáles han sido esas entradas y salidas de efectivo. Esta información se encuentra en los libros contables. Así, la fórmula del flujo de caja es:

Flujo de caja = Beneficios netos + Amortizaciones + Provisiones + Cuentas por pagar – Cuentas por cobrar

El cash flow puede ser positivo o negativo. Si es positivo, esto quiere decir que los ingresos de la compañía han sido superiores a los gastos. De lo contrario, si el flujo de caja económico es negativo significa que los gastos han superado a los ingresos. O sea, que la empresa ha gastado más de lo que ha ingresado.

El flujo de fondos positivo indica que los activos corrientes de la compañía aumentan, lo cual le permite liquidar deudas, abonar los gastos o reinvertir en su negocio. En cambio, el flujo de caja negativo refleja que los activos de la empresa disminuyen. Esto significa que no podrá hacer frente a sus deudas.

Ejemplo de cashflow

Un ejemplo de cash flow sería colocar en una tabla el total de cobros por ventas y cobros de deudas que se han efectuado en el período a analizar, así como los pagos (gastos de alquiler y mantenimiento, sueldos y salarios de los trabajadores, comisiones bancarias, etc.) Una vez se obtiene la cantidad total de los cobros y los pagos, a los cobros se les restan los pagos y así sacamos el saldo neto de caja.

Es importante tener en cuenta que gestionar de forma correcta el cash flow es crucial para poder calcular ratios como la TIR (Tasa Interna de Retorno) o el VAN (Valor Actual Neto). Para llevar un control del flujo de caja neto es necesario llevar un seguimiento de los cobros y pagos en tu empresa, controlar los gastos y lograr financiación de una manera responsable.

En relación al cash flow, uno de los métodos más empleados es la valoración por descuento de flujos de caja. Este método consiste en valorar una compañía en función de la capacidad que tiene para generar flujos de caja libres en el futuro.

Esperamos haber resuelto en este post todas tus dudas con respecto al cash flow. Recuerda que conocer a fondo el flujo de fondos es crucial para saber si tu empresa cuenta con una buena salud financiera, y por tanto, si puede sobrevivir.

Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.

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