Centrándonos en la terminología financiera, una compensación es una cantidad extra de dinero que obtienes o abonas como “multa” por un retraso en el pago. Por ejemplo, si te demoras en un pago debes compensar ese aplazamiento con un recargo que deberás abonar.
En términos generales, podemos decir que es sinónimo de equilibrio. En determinadas ocasiones, la situación entre deudor y acreedor puede estar desequilibrada. Por ejemplo, tú le debes dinero a alguien y se lo ibas a devolver en un mes. Pero te retrasas en el pago, por lo que el acreedor queda en desventaja, ya que contaba con ese dinero de vuelta en un mes.
También puede darse la situación inversa. Es decir, un pago que debes hacer puede verse compensado por una condición o situación que cumples. Si es así, la cantidad final que debas pagar podrá ser inferior a la prevista, como recompensa por cumplir una condición.
Tipos de compensación
Además de en el ámbito financiero, la compensación tiene diferentes enfoques en los distintos entornos económicos, dependiendo de quién intervenga. Estos son los cuatro tipos más importantes:
1. Compensación por demora
Si nos retrasamos en el pago de una deuda, tendremos que pagar al acreedor un dinero extra, llamado interés de demora. Esto se debe a las molestias que le hayamos podido causar, es decir, tenemos que compensarle por nuestra demora en el pago de la deuda.
2. Compensación salarial
Es la cantidad que reciben los trabajadores de una empresa por realizar su trabajo, es decir, su salario. Además de este, pueden ser, además, también incentivos u otros beneficios que la empresa les otorga.
3. Compensación de cuentas
Se produce cuando un banco utiliza el dinero que hay en una cuenta para compensar el saldo negativo de otra cuenta.
4. Compensación bancaria
Es una de las causas más conocidas de extinción de una obligación entre entidades. Tiene lugar cuando dos entidades son acreedoras y deudoras recíprocamente. Es decir, cuando el banco A le debe al banco B, y viceversa, y ambas deudas se extinguen. Para ello, las deudas tienen que cumplir dos condiciones: ser líquidas y exigibles.
Ejemplo
Pongamos, por ejemplo, que Pepe tiene una deuda de 2.000€ a devolver en tres meses. Por causas personales, no puede pagarla en el tempo convenido. Esto significa que tendrá que pagar un dinero extra a su acreedor por no devolverle el dinero a tiempo, es decir, compensarle. El interés de demora es del 5%.
En resume, Pepe tendrá que pagar el capital de la deuda (2.000€) y los intereses habituales que se hubiesen acordado en el contrato por prestarle el dinero. Además, tendrá que pagar el interés de demora.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.