Un bono es un instrumento de renta fija que reconoce una deuda para la entidad que lo emite, ya sea una administración pública o una empresa, con el objetivo de financiarse. El emisor se compromete a devolver el dinero invertido al comprador con unos intereses fijados previamente, que se conocen como cupón.
Los bonos constituyen una de las principales fuentes de financiación de administraciones públicas o de grandes empresas. Al emitirlos la deuda se materializa y se entrega al inversor un activo financiero.
El emisor divide el total de la deuda en porciones llamadas bonos que estarán disponibles para su adquisición. El comprador entrega una cantidad de dinero a la empresa que emite el bono con el compromiso de que la empresa lo devuelva con un tipo de interés prefijado.
Los bonos se consideran activos de renta fija a través de los cuales el inversor recuperará el dinero invertido más el interés fijo que se haya comprometido. Sin embargo, los bonos no están exentos de riesgo. Repasamos los más habituales, aunque existen más:
Riesgo de mercado: Posibilidad de que el precio del bono disminuya por variaciones en los las condiciones de mercado y de la situación económica en general.
Riesgo crediticio: La posibilidad de que el emisor del bono no pueda hacerse cargo del montante final o de los intereses.
Tipos de bonos
Los bonos pueden clasificarse de distintas formas. A continuación, te hablamos de los más conocidos:
- Bonos del Estado: Una de las formas de inversión más tradicional. Son títulos emitidos por el Tesoro público de un país con el objetivo de financiar los presupuestos generales del Estado. El perfil de usuario que suele contratarlos es conservador o defensivo. Estos bonos tienen vencimiento a 3 y 5 años y que se subastan con regularidad.
- Bono cupón cero: No tiene un pago periódico de intereses durante su vigencia y son abonados en su totalidad en el momento de su amortización. Se trata de un bono con rendimiento implícito, en los que la rentabilidad se obtiene como la diferencia entre el precio de compra y el de amortización.
- Bono basura: Títulos de alto riesgo y baja calificación que, en contraprestación, pagan un tipo de interés más alto.
- Bonos corporativos: También llamados bonos de empresa, ofrecen una mayor rentabilidad por su riesgo en las operaciones.
- Bono convertible: Son títulos de deuda privada con los que el poseedor tiene la opción de canjearlo por acciones cuando haya una nueva emisión a un precio prefijado. La opción de compra de acciones puede ser a precio fijo o variable y realizarse en una fecha determinada o en diversos momentos de la vida del título.
- Bonos referenciados o indexados: Son aquellos títulos de renta fija cuyo rendimiento está referenciado a la evolución de un índice, por ejemplo, el euríbor. El inversor debe tener en cuenta que, si la evolución no es favorable, podría no recibir ningún rendimiento o incluso obtener pérdidas.
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