No todo el mundo conoce la importancia y la utilidad a nivel bancario que nos proporcionan los códigos IBAN y BIC. Probablemente sepas dónde puedes encontrarlos y para qué operaciones financieras los necesitas, pero… ¿alguna vez te han explicado qué se esconde detrás de sus siglas o para qué han sido creados? Si no tienes respuestas para estas preguntas, a continuación, nosotros nos encargamos de dártelas. ¡Atento!
Definición y significado de los códigos IBAN y BIC
Comenzamos con el IBAN (International Bank Account Number), un código empleado para identificar las cuentas bancarias a nivel internacional. Surgió para facilitar las transferencias bancarias en la SEPA (Single Euro Payments Area), una iniciativa que abarca todos los países de la Unión Europea, además de Islandia, Lietchestein, Noruega, Mónaco, San Marino y Suiza.
La forma en la que se muestra el IBAN es la siguiente:
- Cuatro caracteres iniciales: código del país (dos letras) + código de control (dos dígitos).
- Número de cuenta: compuesto por veinte caracteres numéricos que identifican a la cuenta corriente bancaria.
Si quieres calcular tu código IBAN en un momento y sin complicarte, puedes hacerlo a través de nuestro conversor.
Y ahora, continuamos con el código BIC (Bank Identifier Code), que es empleado para identificar a la entidad beneficiaria o banco destino de una transferencia. Este código completa la información proporcionada por el IBAN y también se le conoce como SWIFT.
Es un código alfanumérico que puede expresarse de dos modos:
- Con ocho caracteres: incluyendo información de la entidad, el país y la localidad.
- Con once caracteres: a mayores de todo lo mencionado anteriormente, también incluye información sobre la sucursal.
En el caso de ABANCA, su BIC, que lo identifica como entidad ante los demás bancos y entidades financieras del mundo, es CAGLESMMXXX. Los últimos cinco dígitos varían, como ya comentamos, en función de la localidad (MM) y la oficina (XXX) con la que se identifica la cuenta.
Imprescindibles para las operaciones internacionales
El código IBAN permite que podamos realizar pagos y transferencias de manera automatizada en la zona SEPA y de igual modo que si estuviésemos realizándolas en el territorio nacional.
Es de gran utilidad para los usuarios, ya que, gracias a él, ya no es necesario realizar estas operaciones de manera manual (como sucedía hasta el año 2003), por lo que se ahorran costes asociados a la realización de pagos y transferencias internacionales. En definitiva: mucho más sencillo y económico.
Por otro lado, el código BIC es de gran utilidad cuando las operaciones se realizan fuera de la zona SEPA. Fue creado, fundamentalmente, para aumentar la seguridad en este tipo de transferencias, eliminar errores, reducir tiempos y evitar costes añadidos. Y es que el BIC indica, con todos los detalles, de qué forma se hará llegar el dinero al cliente: fecha, divisa, costes, banco, etc. De este modo, proporciona información y seguridad al receptor del pago.
En definitiva: el IBAN es un sistema común de identificación del número de cuenta, y el BIC, de sucursales bancarias. Ambos son imprescindibles para realizar transferencias internacionales, y nos permiten realizarlas de una manera más cómoda, segura y económica. Ahora… ¿lo tienes más claro? Si necesitas información más detallada, puedes encontrarla en nuestra web.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.