Solicitar un préstamo es la opción más cómoda para afrontar ciertos gastos extra como una reforma en nuestro hogar, comprar un coche nuevo u organizar una boda. Porque seamos honestos, ¿es más cómodo ahorrar un poco cada mes durante diez años para poder tener el coche de tus sueños o comprarlo ya mismo y destinar esa cantidad que ahorrarías para pagar las cuotas de un préstamo?
A pesar de todas las ventajas que ofrecen los préstamos, uno de los grandes miedos a la hora de pedir uno es lo que podría pasar si, por cualquier circunstancia, no somos capaces de devolverlo. ¿Qué hacer si se nos presenta esta situación y no podemos hacer frente al pago de un préstamo personal?
¿Qué hacer en caso de no poder pagar el préstamo?
Es importante estudiar bien si podemos afrontar la devolución del dinero antes de pedir un préstamo. Además, planificar todos los gastos mensuales es indispensable para priorizar el pago del préstamo frente a otros gastos.
Si estás en un apuro financiero y no eres capaz de pagar tu deuda, ten en cuenta los siguientes consejos:
- Revisa tu presupuesto mensual, ya que podría existir la posibilidad de reducir o quitar algunos de los gastos y hacer frente al pago del préstamo.
- No pospongas el problema, ¡en serio! Cuanto más tiempo pase, más difícil será resolverlo. Así que, si sufres un cambio en tu situación económica que realmente te hace imposible el cumplimiento de tus obligaciones, lo mejor es acudir al banco de inmediato para comunicar el problema antes del vencimiento del pago. No esperes a que lo reclamen, siempre es mejor anticiparse. De esta forma, se pueden buscar alternativas como:
- Alargar el plazo de devolución del préstamo para que las cuotas sean más pequeñas.
- Solicitar un período de carencia durante el cual no pagar la deuda durante unos meses, o solamente pasar esos meses pagando los intereses que genera el préstamo, sin devolver dinero propiamente dicho.
- Refinanciar la deuda, es decir, agrupar nuestras deudas de forma que consigamos mejores condiciones para pagarla.
Consecuencias de no pagar un préstamo personal
Cuando firmamos el contrato de un préstamo estamos firmando un acuerdo en el cual la entidad bancaria o financiera nos adelanta una cantidad de dinero a cambio de que devolverla en un tiempo pactado, con unos intereses y gastos.
Las consecuencias de no pagar un préstamo bancario pueden ser diversas, aunque en términos generales pueden ir desde sanciones económicas a embargos.
Sanción económica
En el momento que dejemos de pagar un préstamo, se pueden aplicar unos intereses de demora que normalmente son superiores a los ordinarios.
Además, se nos puede aplicar una comisión por que nos reclamen las cuotas impagadas, conocida en lenguaje bancario como comisión por reclamación de posiciones deudoras. Estos intereses y comisiones se van acumulando a la deuda original de forma que, si seguimos mes a mes sin hacer frente a este gasto, la deuda crecerá y cada vez deberemos más dinero.
Figurar en los ficheros de morosos
No pagar un préstamo también puede suponer que inscriban nuestros datos en los ficheros de morosos como el RAI (Registro de Aceptaciones Impagadas) o ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito). Estas son las listas de morosos que consultan todas las entidades de crédito, y cuya presencia en ella dificultará la obtención de financiación en el futuro.
Para dejar de aparecer en el fichero de morosos habrá que, en primer lugar, cancelar la deuda y después pedirle a la entidad que nos haga un certificado conforme hemos pagado para posteriormente enviarla al fichero de morosos en el cual estábamos dados de alta para que nos borren.
Medidas legales y embargo
Si continuamos sin pagar el préstamo por un tiempo prolongado, la entidad financiera a la que hayamos solicitado el dinero puede tomar medidas legales contra nosotros para recuperar el dinero que nos prestó. En un préstamo personal ponemos como garantía todos nuestros bienes presentes y futuros. Por eso, si el impago se alarga en el tiempo, muy probablemente nos embarguen nuestros bienes. Los más comunes son la cuenta bancaria o la nómina, pero si el saldo es elevado, la decisión judicial puede pasar por embargar la vivienda o el coche, entre otros.
En el caso de que solicitaras un préstamo hipotecario, el banco o el prestamista solicitará la ejecución de la hipoteca y tendrás un plazo más amplio (generalmente un año) para pagar la deuda contraída. Si no abonaras dicha cantidad en el plazo establecido, perderías cualquier derecho como propietario y la casa entraría en un proceso de subasta.
Si has dado la garantía adicional de uno o más avalistas, estas personas tienen que responder también de forma solidaria de todas tus deudas pendientes. Es decir, si tu no pagas y no tiene bienes para embargar, se puede exigir a los avalistas que paguen tu deuda o embargar sus bienes.
Si tienes alguna duda o pregunta referente a los préstamos, ponte en contacto con nosotros o visita tu oficina ABANCA habitual de forma totalmente gratuita y te responderemos a la mayor brevedad posible.
Recuerda que, en estos casos, lo más importante es acudir a tu banco. Existen soluciones para atajar esta problema antes de que las consecuencias sean más graves.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.