Quizá ya hayas escuchado hablar del que parece ser el método definitivo para gestionar con éxito tu economía doméstica… o tal vez no. En ese caso, te lo explicamos: viene desde Japón en forma de libro, aterrizó hace cinco años en nuestro país y se llama Kakebo. En este artículo hablaremos sobre su origen, su funcionamiento y te daremos las claves para aprender a administrar tu dinero y ahorrar (de una vez por todas) gracias a un libro, de los de toda la vida, que seguramente encuentres en tu librería de confianza. ¡Que el propósito de ahorrar no pase de año!
¿Cuál es el origen del Kakebo?
Motoko Hani, la fundadora de la primera revista femenina de Japón, creó este método que, de innovador, tiene poco. Y es que su origen data de 1904. El objetivo de la inventora del Kakebo era doble: por un lado, buscaba enseñar a las mujeres a controlar las finanzas del hogar; y por otro, pretendía darles más poder en la sociedad nipona.
¿En qué consiste este método japonés?
El Kakebo es básico, intuitivo y está diseñado para poder ahorrar en el día a día sin demasiadas complicaciones. Resumimos, en los siguientes tres puntos, cuál es su funcionamiento:
- Una vez arranca el mes, tendrás que anotar tus ingresos y gastos fijos (representados, respectivamente, por el cerdito y el lobo), tu objetivo de ahorro y la promesa que te marcarás para los próximos treinta días.
- A continuación, y a medida que pasan los días del mes, deberás registrar en el libro adónde va a parar tu dinero. Para ello, el Kakebo ofrece un desglose por categorías entre las que se encuentran la supervivencia, el ocio y vicio y la cultura y extras.
- Por último, cuando finaliza el mes, realizarás un balance para comprobar cómo ha sido la evolución de tus ingresos y gastos y, por lo tanto, si has logrado cumplir tu objetivo.
El Kakebo se divide en trimestres, semanas y días y te muestra cuánto dinero tienes para gastar. Además, como comentamos anteriormente, te obliga a fijarte objetivos financieros mensuales, o lo que es lo mismo, promesas que supongan pequeños cambios de hábitos en la forma en la que administras tus ahorros.
Además, el libro también ofrece una serie de trucos para ahorrar en tu vida cotidiana como guardar todas las monedas de un mismo tipo (el Kakebo propone las de cincuenta céntimos), herramientas relativas a las decisiones de compra e información sobre la psicología del consumo.
¿Es válido para todo el mundo?
Esta herramienta, que te permite mantener a raya tus finanzas personales, emplea una metodología de lo más sencilla que ya ha abierto los ojos al uso que hacen de sus ahorros a millones de personas. Pero el Kakebo no está hecho para todos: exige constancia y acción continua, ya que como método tradicional que es, obliga a rellenar las fichas de gastos e ingresos cada día y manualmente. Por ello, las personas con poca fuerza de voluntad quizás se decanten por otras opciones para ahorrar en su vida cotidiana como las aplicaciones móviles, aunque todo es probar. ¡Por intentarlo que no sea!
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.