La búsqueda de empleo ha sido intensa, has perdido la cuenta del número de entrevistas realizadas y, sin quererlo, te has convertido en todo un experto de LinkedIn y de portales búsqueda de empleo. Pero ha merecido la pena, ¡por fin vas a firmar tu primer contrato laboral!
Si este es tu caso, es conveniente que prestes mucha atención antes, durante y después de la firma. Lee, pregunta y no te dejes engañar.
Firmar el primer contrato de trabajo es una situación nueva y es habitual encontrarnos con conceptos y procedimientos con los que no estamos familiarizados. Con todo, es más sencillo de lo que cabe esperar, así que no debes preocuparte. A continuación, te mostramos una guía con los aspectos que debes tener en cuenta para que todo salga a la perfección.
Antes de firmar tu primer contrato laboral
Obtén el número de afiliación a la Seguridad Social
La empresa lo necesitará para poder darte de alta como trabajador. Puedes obtenerlo pidiendo cita previa en la Tesorería General de la Seguridad Social –puedes descargar el modelo oficial de solicitud online– o hacerlo directamente a través de internet.
Inscríbete como demandante de empleo
Si la empresa así lo requiere. Aunque no es obligatorio para firmar el contrato, algunas te piden que lo hagas para recibir bonificaciones de la Seguridad Social por contratar a desempleados. Además, estar anotado en el paro te reportará algunos beneficios. Para inscribirte como demandante de empleo deberás hacerlo en el Servicio Público de Empleo de la comunidad autónoma en la que residas.
Documéntate sobre la empresa
Búscala en Google introduciendo su denominación social o su CIF. Podrás saber qué opinan otros sobre ella, qué noticias protagonizan en los medios de comunicación y conocer otros aspectos que igual desconoces.
Durante la firma de tu primer contrato laboral
Lee con atención
Tómate tu tiempo. Lo más probable es que sea un contrato tipo y que todo esté en orden, pero mejor compruébalo por ti mismo. Lee todo detenidamente y comprueba que tus datos personales y los de la empresa sean correctos.
Asegúrate de que es un contrato laboral y no uno mercantil
Fíjate en que sea un formulario oficial del Ministerio de Empleo y que en el mismo especifique que se trata de un contrato de trabajo. Y es que, de firmar un contrato mercantil, quizás te den de alta como falso autónomo. No es algo común… pero mejor prevenir que curar.
Fíjate en los datos
En un contrato laboral hay infinidad de información en forma de datos, pero debes poner especial atención en los siguientes:
- El tipo de contrato: temporal, indefinido, fijo discontinuo, etc.
- El período de prueba.
- El convenio colectivo: si no figura en el contrato, pregunta cuál es.
- La categoría profesional: en el contrato debe venir indicado qué puesto ocuparás, ya que de ello dependerán tus funciones y tu sueldo.
- El lugar de trabajo: es importante tenerlo claro para evitar confusiones.
- La jornada laboral: completa o parcial, número de horas semanales y distribución de los días de trabajo, horarios…
- Las vacaciones, que dependerán del tipo de contrato que tengas: si trabajadas a jornada completa tendrán que ser, como mínimo, de treinta días naturales o las que se especifique en el convenio colectivo.
- El salario: bruto, neto o según convenio.
¿Te contrata una empresa o una ETT?
Comprueba con quién tendrás tu primer contrato de trabajo, ya que el documento puede estar encabezado por la empresa en la que se va a trabajar o por una empresa de trabajo temporal (ETT).
A la hora de firmar
Fíjate en que el contrato debe estar sellado y firmado por la empresa. Es muy importante, además, que no firmes nada si existen espacios vacíos, datos incompletos o papeles en blanco.
Después de la firma del contrato
- Pide una copia del mismo y de todos los documentos que firmes si la empresa no lo hace: es su obligación y tu derecho.
- Asegúrate de estar dado de alta en la Seguridad Social. Si no lo hacen, no estarás cubierto en caso de baja o accidente. Además, afecta a la cotización y a la prestación por desempleo.
Firmar un contrato es un acto realmente serio y es completamente normal que, al tratarse del primero, surjan infinidad de dudas. Si es así, no tengas miedo a preguntar. Es importante que tengas claros tus derechos y tus obligaciones, así como los de la que será tu primera empresa.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.