Con la llegada del otoño, tener el coche resguardado del frío y la lluvia en un garaje o parking es una buena idea, ya que las heladas nocturnas pueden dañar el motor y la batería. Si aún no tienes plaza propia y no encuentras aparcamiento en la zona, puedes optar por alquilar una plaza de garaje. Si quieres evitarte sorpresas, sigue los consejos que te damos en este post.
¿Garaje privado o parking?
Una de las primeras cuestiones a tener en cuenta al escoger entre un parking público o un garaje privado es la cercanía y el precio.
En el caso de optar por un parking público, la seguridad debe ser total, con gente siempre en la entrada o videovigilancia. En cuanto a los aparcamientos al aire libre, aunque formen parte de un recinto delimitado, la mayor parte de su estructura está al aire libre. Y, en ocasiones, ni siquiera el usuario tiene garantizado el uso exclusivo de una plaza. Por eso, es mejor que busques un lugar cerrado.
Un parking puede resultar rentable si necesitas dejar tu coche cerca del trabajo, ya que cada vez es más habitual encontrar bonos matinales o de tarde que se ajustan mejor a tus horarios de trabajo y que evitan que pagues de más. Si eres de los que necesitan una alquilar una plaza de garaje para que tu coche duerma seguro, también puedes optar por un bono nocturno. La principal ventaja es que te evitas problemas vecinales y cuentan con más seguridad.
El garaje privado también es una opción segura, ya que solo acceden vehículos pertenecientes a los propietarios del inmueble. Además, es más factible encontrar plazas cerca de tu domicilio. Si vas a aparcar durante períodos de tiempo largos, puede ser mucho más asequible.
¿Cómo elegir la plaza de garaje?
A la hora de elegir plaza de aparcamiento, ten en cuenta las siguientes cuestiones:
- Compara precios. Encontrarás grandes diferencias entre particulares, parkings privados y según la zona en la que quieras la plaza. Cuanto más céntrico, más caro. Y si no te importa andar un poco, encontrarás opciones más económicas. Primero, establece tus prioridades y en base a ello compara las diferentes opciones. Además, recurre a internet, en páginas de compraventa encontrarás un gran número de usuarios dispuestos a alquilar.
- Plazas amplias y sin columnas o esquinas. Si tienes un coche más grande o más ancho de lo habitual, necesitarás una alquilar una plaza de garaje más ancha de lo habitual. Debes calcular la facilidad de maniobra del coche, porque no hacerlo es un error común. Además, fíjate en cómo es la entrada. Las columnas pueden ser enemigas o aliadas según dónde estén situadas. Lo mejor es que vayas a ver la plaza en persona, porque en las fotografías no se pueden apreciar bien todos los detalles.
- Buena iluminación. Es otra cuestión a revisar ya que, si hay buena luz, será más fácil maniobrar y ver obstáculos. Además, te sentirás mucho más seguro al bajar de tu coche.
- Acceso al parking. Opta por aquellos a los que puedas acceder con facilidad, desde calles sin problemas de tránsito y con portales automáticos. Si tienes opción, opta por aquellos a los que puedes acceder por rampa tradicional y así evitas el tiempo de espera en el ascensor.
Alquilar una plaza de garaje: ¿cómo debe ser el contrato?
Aunque es algo bastante obvio, es importante tener un contrato escrito por si se originan conflictos. Sin embargo, no es necesario realizarlo ante notario, ni inscribirlo en el Registro de la Propiedad. Entre de los datos imprescindibles deben figurar:
- La identidad del propietario e inquilino
- Una descripción de la plaza de aparcamiento (número, planta…)
- La duración del contrato,
- El importe y, en caso de existir, la fianza.
Para alquilar una plaza de garaje independiente de la vivienda no hay un reglamento específico que controle el contenido del contrato, porque el documento se fundamenta en lo acordado por las partes. Sin embargo, para evitar abusos es recomendable que se apliquen los artículos de 1542 a 1582 del Código Civil sobre arrendamiento.
Si en el contrato no figura la duración del acuerdo, se entiende que es anual cuando el pago del alquiler se establece por años, por meses cuando se trata de un pago mensual, o por días en caso de efectuar el pago de forma diaria.
Por otra parte, el alquiler concluye una vez finalizado el periodo de tiempo señalado el contrato, y no hay necesidad de aviso previo o similar.
Además, puede establecerse una fianza, que normalmente suele ser de una o dos mensualidades para cubrir el coste del mando de entrada al parking y el último mes de alquiler. Recuerda que te tendrán que devolver la fianza cuando finalice el contrato de alquiler de la plaza.
¿Quién se ocupa del mantenimiento de la plaza?
El inquilino se debe ocupar de que la plaza esté limpia de manchas de aceite, residuos y suciedad, pero es el propietario quién está obligado a realizar todas las reparaciones necesarias a fin de conservar la plaza de garaje.
Aun así, es recomendable contar con un buen seguro de coche para estar protegido frente a cualquier imprevisto. En ABANCA puedes encontrar diferentes niveles de protección con seis aseguradoras distintas: Allianz, Pelayo, Caser, Direct Seguros, AXA y Liberty. Y, además, podrás pagarlo en 12 cuotas mensuales iguales gracias a nuestra Tarifa Plana Seguros.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.