Pensar que si tienes una pyme o eres autónomo, los ciberdelincuentes no se fijarán en ti es un error común. Pero la realidad es todo lo contrario. Aunque tu negocio no sea una multinacional, sigue siendo un blanco tentador para los hackers. Y es que, en la actualidad, la mayoría de los ciberataques están dirigidos a las empresas más pequeñas. Esta escalada de ataques a pequeñas y medianas empresas destaca la importancia de la ciberseguridad para pymes. No se trata solo de proteger tu propio negocio, sino también de resguardar los datos de tus clientes y tu reputación.
¿Por qué las empresas pequeñas sufren tantos ataques de ciberseguridad? Generalmente, las defensas de seguridad en las pymes no son tan robustas como en las grandes corporaciones. Esto las hace blancos fáciles para los ciberdelincuentes, que a menudo no necesitan invertir mucho esfuerzo para romper estas defensas más débiles. Incluso, algunos hackers han automatizado los ataques para capturar tantos objetivos como sea posible.
¿Eres propietario de una pyme o trabajas por tu cuenta y te preocupa no tener suficientes recursos o conocimientos para fortalecer tu ciberseguridad? No te preocupes, estás en el lugar correcto. Sigue leyendo y descubre cómo puedes mejorar la ciberseguridad de tu empresa.
Fraudes más comunes a las pymes
Así como las pequeñas y medianas empresas son susceptibles a diversos ataques de ciberseguridad, también son blanco de una variedad de fraudes que pueden impactar significativamente su funcionamiento y estabilidad económica. La falta de recursos para sistemas de seguridad y la menor experiencia en estrategias antifraude hacen que estas empresas sean especialmente vulnerables. Es necesario identificar y entender los fraudes más comunes para poder evitarlos y mantener la ciberseguridad para pymes.
Fraude del CEO
Tal como informa la Europol, en este tipo de estafa, alguien se hace pasar por un ejecutivo de alto nivel de la empresa, con el fin de convencer a empleados con acceso a recursos financieros para que realicen pagos o transferencias indebidas a cuentas generalmente ubicadas fuera de Europa. Este fraude se caracteriza por la creación de situaciones de urgencia, como inspecciones fiscales o adquisiciones de empresas, y se solicita a los empleados actuar rápidamente y en secreto, saltándose los procedimientos estándar de autorización.
Para prevenir este tipo de fraude, las empresas deben enfocarse en la concienciación de sus trabajadores sobre estos riesgos, implementando protocolos internos rigurosos para la autorización de pagos y verificando la legitimidad de todas las solicitudes de pago. Por parte de los empleados, es necesario respetar los procedimientos de seguridad establecidos, especialmente en lo que respecta a pagos y transferencias. Deben prestar atención a las direcciones de correo electrónico al manejar información sensible y consultar con una persona experta ante cualquier duda.
Facturas falsas
Este tipo de fraude ocurre cuando alguien se hace pasar por un proveedor o acreedor y contacta a una empresa para cambiar los datos bancarios en las facturas a pagar. El estafador, que puede contactar por teléfono, correo electrónico o carta, intenta que los pagos futuros vayan a una cuenta que controla.
Las empresas deben mantener informado al personal sobre este tipo de fraude y verificar siempre la autenticidad de las solicitudes de cambio en datos de pago. Es necesario revisar la información publicada en la web corporativa y evitar compartir detalles de la empresa en redes sociales. Por su parte, los empleados deben ser cautelosos con solicitudes para cambiar datos bancarios. Establecer un punto de contacto único con los proveedores y un procedimiento de verificación para pagos grandes, puede prevenir estos fraudes. Además, es recomendable confirmar los pagos enviando un correo al destinatario con los detalles bancarios parciales.
Cuáles son los tipos de ataques más comunes a pymes
Proteger tu negocio implica más que solo prevenir ataques. Es necesario tener un plan con estrategias que aseguren una rápida recuperación y vuelta a la normalidad, en caso de sufrir un ciberataque. Para saber cómo prevenir las amenazas más comunes contra las pymes, debes conocer cuáles son los ataques más comunes.
Suplantación de identidad
También conocida como phishing, es una de las técnicas más comunes. Esta técnica de suplantación de identidad busca engañarte para que reveles información importante como contraseñas, datos de tarjetas de crédito, o números de cuentas bancarias. Los ciberdelincuentes se disfrazan hábilmente en Internet, usualmente a través de correos electrónicos que aparentan ser de tu banco o una gran empresa.
Por ejemplo, podrías recibir un email que, a primera vista, parece legítimo y urgente. Te invita a actualizar tus datos personales o a participar en una oferta exclusiva, bajo el pretexto de mejorar la seguridad de tu cuenta. Sin embargo, la realidad es otra: seguir esos enlaces y cumplir con sus peticiones es entregar tus datos financieros directamente a los estafadores.
Esta estafa puede ocurrir no solo en el ámbito personal, sino también en el laboral. Un simple clic en un enlace de phishing puede comprometer la seguridad de toda la empresa. Si quieres mejorar la ciberseguridad para pymes y proteger tu empresa de ciberataques, es necesario formar al equipo de trabajo sobre cómo identificar y manejar estos intentos de estafa.
Rootkit
Un rootkit es como un espía oculto en tu sistema informático. Este software, diseñado para ser invisible, da a los ciberdelincuentes acceso encubierto al ordenador. Lo peligroso de los rootkits es que pueden manipular las funciones del sistema operativo y pasar desapercibidos incluso para los programas que deberían detectarlos.
Los rootkits pueden usarse para una variedad de propósitos maliciosos. Desde instalar puertas traseras que permiten a los hackers regresar siempre que quieran, hasta recopilar información confidencial sin el conocimiento del propietario. Esta capacidad de operar en secreto los hace particularmente difíciles de detectar y eliminar.
La mejor defensa contra los rootkits es la prevención. Mantén actualizado el sistema operativo y el software de seguridad, es mejor tener cautela con los archivos y programas que se descargan, y realiza revisiones regulares de sistema.
Denegación de servicio o DDoS
Aunque este tipo de ataques no suelen ser comunes entre las pymes, sí que pueden suponer una importante pérdida de ingresos y daños a la reputación de la empresa. Los ataques de denegación de servicio, más conocidos por sus siglas en inglés DDoS, son una táctica destructiva utilizada por los ciberdelincuentes para desbordar un sistema con un volumen abrumador de tráfico. El objetivo es simple: saturar los recursos de la red hasta que el servicio se paralice y se vuelva inaccesible para los usuarios legítimos.
Los ataques DDoS han ganado notoriedad por afectar a grandes empresas, interrumpiendo servicios que millones de personas disfrutan, desde streaming de series hasta el acceso al correo electrónico. Sin embargo, este tipo de ataques no discrimina por tamaño, tanto las pymes como los autónomos están igualmente en riesgo.
Medidas de ciberseguridad para pymes y autónomos
Nadie está a salvo de un ciberataque, ni siquiera las empresas pequeñas. Puede parecer tentador ver la ciberseguridad para pymes como un gasto más, pero en realidad es una inversión necesaria para tu negocio.
Aunque creas que tu empresa no tiene mucho que ofrecer a los ciberdelincuentes, un ataque puede paralizar tu actividad y comprometer los datos de tus clientes. Imagina no poder emitir facturas o que tus archivos importantes estén bloqueados, esperando que pagues un rescate. Eso no es solo un dolor de cabeza, es una pérdida económica real. El coste de no poder operar como siempre puede ser sorprendentemente alto. Por eso, debes tener en cuenta estas medidas de ciberseguridad para pymes.
1. Usa un cortafuegos
Un cortafuegos, también conocido como firewall, es esencialmente el filtro de seguridad de tu sistema informático. Su función es simple pero importante, porque permite solo las comunicaciones en Internet que has autorizado y bloquea cualquier acceso que no reconozcas.
Además del firewall estándar incluido en la mayoría de los sistemas operativos, muchas empresas optan por instalar cortafuegos adicionales. Estos proporcionan una capa extra de seguridad, adaptada a las necesidades específicas de ciberseguridad de la empresa.
2. Documenta tus políticas de ciberseguridad
Es importante que tengas bien claras y documentadas tus políticas de ciberseguridad para pymes. Imagina que un día, de repente, aparece un mensaje en tu pantalla que afirma que has sido atacado y que debes pagar un rescate para recuperar tu información. ¿Sabrías qué hacer?, ¿desconectar el ordenador de la red?, ¿apagar el router?, ¿llamar a la policía?
Tener un plan de acción bien establecido es clave. Así, todo el equipo sabrá exactamente qué pasos seguir si se presenta una situación así. Esto no solo ayuda a reaccionar rápidamente, sino que también puede minimizar el daño.
3. Educa a tus empleados
Los errores humanos también son la causa de que un ataque prospere. Según el informe de Thales Group sobre amenazas a la seguridad de los datos, el 55% de las brechas de datos fueron causadas por error humano. Una persona que no sigue los protocolos de seguridad, alguien que se conecta a una red que no debe o un empleado descontento, pueden poner en peligro tu empresa y ser la mayor amenaza de ciberseguridad para pymes.
Por eso, es importante que los empleados de tu empresa cuenten con formación periódica. Los métodos de los ciberdelincuentes y los tipos de ataques están siempre en evolución, así que refrescar y actualizar constantemente los conocimientos en ciberseguridad no es solo útil, sino necesario.
4. Ten cuidado con los móviles
Debes prestar especial atención a los móviles, tabletas o smartwatches. Al contrario de lo que pueda parecer, estos dispositivos son más vulnerables que los ordenadores genéricos.
Cuando permitas que estos dispositivos accedan a la red de tu empresa, es importante hacerlo de manera controlada y segura. Una estrategia efectiva es usar redes VLAN (redes de área local virtuales) para segmentar y proteger diferentes secciones de tu red. Por ejemplo, puedes configurar una VLAN específica para invitados, que ofrezca acceso a Internet, pero restrinja el acceso a los recursos internos de la empresa. Otra VLAN podría ser exclusiva para empleados, con medidas de seguridad más estrictas y acceso a archivos y aplicaciones específicas.
5. Haz cumplir las prácticas de contraseñas seguras
Puede ser tedioso cambiar la contraseña de nuestros dispositivos con frecuencia. Sin embargo, un estudio de Verizon sobre fugas de datos indica que más de la mitad de los robos de datos se produjeron precisamente por culpa de contraseñas perdidas, robadas o débiles.
Por eso, tener una contraseña fuerte y segura y cambiarla con frecuencia son las dos mejores medidas preventivas que puedes llevar a cabo.
6. Instala antivirus y software antimalware
Una de las medidas esenciales en la protección contra ciberamenazas es la instalación de antivirus y software antimalware. No asumas que todos los trabajadores están al tanto de los riesgos que conlleva. La realidad es que muchos ciberataques se aprovechan justamente de la falta de conocimiento o atención.
Para minimizar el riesgo, es importante incluir la instalación dentro del plan de ciberseguridad. Asegúrate de que esté instalado y actualizado en todos los dispositivos de la empresa, incluyendo ordenadores, móviles y cualquier otro equipo conectado a la red.
7. Haz una copia de seguridad de todos tus datos de forma regular
Aunque es importante adoptar todas estas medidas de seguridad, no siempre es posible prevenir un ataque. Por eso, una vez que un ataque ha prosperado, lo más importante es tener las herramientas para recuperarse cuanto antes.
Para esto, es imprescindible que dispongas de una copia de seguridad periódica de todos los datos que se manejan en la empresa: documentos de texto, hojas de cálculo, bases de datos, archivos financieros, archivos de recursos humanos o archivos de cuentas por cobrar o por pagar, entre otros.
Si quieres tener una buena copia de seguridad, así es como debería ser:
- Periódica. Una copia de seguridad solo es útil si está actualizada. Establece un calendario regular para realizarlas y cúmplelo sin excepción.
- En distintos soportes y lugares. Guarda copias de seguridad tanto en la nube como en dispositivos físicos, como discos duros externos.
- Automática. Usa herramientas que automatizan el proceso de respaldo. Esto asegura que las copias se realicen consistentemente sin depender de la intervención manual.
- Cifrada. Si albergas información confidencial es muy importante que la cifres. Si pierdes el dispositivo o te hackean, esos datos tan cruciales no se verán comprometidos.
La seguridad es una inversión en tu negocio, seas una pyme o un autónomo, ya que los ciberataques son cada día más sofisticados. Por eso, debes centrar tus esfuerzos en adoptar medidas preventivas, formar a los empleados y realizar copias de seguridad.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.