Qué abarca el legado digital y cómo se gestiona

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En la actualidad acumulamos una gran cantidad de datos personales en la red. Desde publicaciones en redes sociales hasta suscripciones, datos de compras e incluso inversiones en criptoactivos. Toda esta cantidad de información es personal y de gran valor, de hecho, estamos hablando de un legado digital. Y como tal, surge una duda: ¿qué pasa con este legado digital cuando ya no estamos?, ¿pasan a ser datos inaccesibles?, ¿se mantienen visibles nuestros perfiles inactivos?, ¿es posible reclamarlos?, ¿podemos designar toda esta gestión con anterioridad?

En este post vamos a conocer en qué consiste la herencia digital, la importancia que tiene y todo lo que debemos saber para gestionarla adecuadamente. ¡Allá vamos!

Qué es el legado digital

El legado digital es el conjunto de datos que un usuario deja, tanto en Internet como en los discos duros de sus dispositivos, al fallecer. Estos contenidos son de diversa índole y suelen estar protegidos por contraseñas.

Para verlo de un modo más claro, el legado digital abarca todas estas categorías:

  • Cuentas electrónicas: banca online, tiendas online, servicios de pago, plataformas de criptomonedas, plataformas de streaming, etc.
  • Redes sociales: Instagram, Facebook, X, LinkedIn, WhatsApp… Además de todos los contenidos y publicaciones en estas y el historial de conversaciones.
  • Correos electrónicos.
  • Plataformas online (SaaS): plataformas de trabajo, servicios en la nube, softwares de finanzas, herramientas de gestión, etc.
  • Licencias y propiedades: licencias de software, videojuegos o avatares.
  • Hardware: todos los equipos físicos, tanto ordenadores, móviles y tablets, como dispositivos USB o consolas de videojuegos.

Dentro de este legado digital diferenciamos dos tipos de activos:

  • Activos digitales con valor sentimental: fotos, vídeos y todo tipo de recuerdos.
  • Activos digitales con rendimiento económico: canales de contenidos, negocios online, criptoactivos, etc.

Qué pasa con el legado digital cuando ya no estás

Después de ver este listado, queda claro que tenemos muchas huellas digitales que van acumulando información a diario. Actualmente pasamos una parte importante de nuestra vida en la red y se debe tener en cuenta todo este patrimonio personal.

Teniendo en cuenta que normalmente solo el propio usuario tiene acceso a sus contraseñas y cuentas, ¿qué sucede con todo este legado tras la muerte? Para los familiares es muy difícil gestionar este patrimonio, por lo que lo ideal sería hacer esta gestión en vida, por medio de una herencia digital.

En algunos casos puede ser necesario acceder a documentos e información sensible almacenada en el correo y en el equipo. O puede que los herederos quieran cerrar los perfiles en redes sociales, hacerlos conmemorativos o configurar una respuesta automática para los contactos.

Cuando hablamos del legado del hardware, se suele confundir el soporte con el contenido y heredarlo como una propiedad física. Estos equipos deberían gestionarse de un modo diferente ya que, en muchos casos, la parte realmente importante es la información que almacenan.

Por otra parte, si el fallecido tenía algún negocio en Internet o era un creador de contenidos o influencer con ingresos por publicidad, es necesario gestionar y regular este flujo.

También necesitan de atención los flujos generados por inversiones en criptomonedas, en juegos online y los saldos en PayPal u otros wallets.

Cómo gestionar el legado digital

La gestión en vida del legado digital permite determinar qué contenido estará disponible para los herederos, a qué cuentas podrán acceder, etc.

Estas son algunas buenas prácticas a la hora de simplificar esta gestión:

  • Elimina todos los perfiles inactivos. Esto también contribuye a mejorar la presencia online al mostrarla más compacta.
  • Ten un balance de tus perfiles sociales con sus correspondientes contraseñas. Pueden estar en un lugar seguro o en un gestor de contraseñas, de modo que solo sea necesario facilitar la clave maestra de este programa.
  • En algunas plataformas se pueden configurar preguntas de seguridad que solo las personas más cercanas puedan acertar.
  • Conoce las condiciones de cada plataforma: los procedimientos para eliminar perfiles y datos y si tienen cláusulas por fallecimiento.

Por último, puedes dejar por escrito cómo quieres que se gestione tu legado digital:

  • ¿Quién puede acceder y a qué perfiles?
  • ¿Qué cuentas se mantienen, traspasan, hacen conmemorativas o eliminan? En caso de eliminarlas, ¿se descarga antes la información?
  • ¿Se hace público o no un anuncio de deceso?, ¿se publica algún post de despedida en redes sociales, foros o blogs?
  • ¿Quién hereda los ingresos provenientes de negocios en Internet, redes sociales e inversiones en criptomonedas y videojuegos?

A la hora de guardar este documento puedes:

  • Depositarlo ante notario.
  • Guardarlo en una caja fuerte.
  • Contratar una empresa de gestión de testamentos digitales.

Qué opciones de gestión ofrecen las principales cuentas

Los perfiles sociales no permiten el acceso a ningún miembro que no disponga de las credenciales. Por lo tanto, salvo que estas se hayan facilitado en el legado digital, hay que hacer la solicitud en cada una para eliminar la cuenta o convertirla en conmemorativa.

Facebook e Instagram ofrecen la posibilidad de convertir el perfil del fallecido en una página conmemorativa o de eliminar la cuenta. El usuario debe designar con antelación a una persona responsable para realizar esta solicitud.

Twitter no ofrece la opción de hacer una cuenta conmemorativa, solo es posible eliminar el perfil. Para ello, el representante testamentario o un pariente cercano debe facilitar el DNI del usuario y el certificado de defunción. Este proceso es lento y puede llegar a durar medio año.

Si llevas más de 180 días sin actividad en TikTok, automáticamente convierten el nombre del usuario en un nombre aleatorio. Esta red social no tiene un procedimiento establecido para estas situaciones.

En Google y sus servicios, como Google Mail o YouTube, se puede determinar un tiempo de tiempo sin actividad y si queremos que se eliminen las cuentas después de ese período. También es posible que los contactos cercanos cubran un formulario para certificar la defunción. Si el fallecido ha designado con antelación a una persona responsable, esta puede gestionar ciertos aspectos de la cuenta y acceder a archivos. Para ello es necesario que aporte el certificado de defunción y la contraseña.

Los usuarios de Apple pueden indicar herederos en sus cuentas. Después de activar el deceso, estos herederos pasarán a tener acceso a las cuentas.

Los criptoactivos se pueden dejar en herencia, pero solo son accesibles con las billeteras y contraseñas privadas. Habría que añadir estos datos en el testamento. En caso de que nadie disponga de estas credenciales, quedarían bloqueadas en la nube.

Dejar un legado digital es una garantía para la protección de todos los datos digitales para afianzar su seguridad, evitar que los más allegados tengan que realizar alguna gestión relacionada y velar por su tranquilidad.

Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.

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