Clickbait: qué es y por qué puede ser una estafa

Aunque el término de clickbait es relativamente reciente, tiene tanta historia como el Internet mismo. Han pasado muchos años desde las primeras páginas de la World Wide Web que tenían más anuncios que información, siempre prometiendo un premio de algún tipo. En la actualidad, estos engaños son más sutiles, y por eso tenemos que estar más alertas, ya que caer en ellos podría poner en peligro tu información y datos personales. Si quieres saber qué es el clickbait, cómo identificarlo y ejemplos reales, te lo explicamos todo a continuación.

• Qué es clickbait
• Cómo reconocer un clickbait
• Cómo protegerte del clickbait
• ¿Por qué el clickbait puede ser una estafa?
• Ejemplos de clickbait

Qué es clickbait

“¡No podrás creer lo que pasó después!” o “Este truco te hará millonario al instante”, si

alguna vez has visto mensajes similares, entonces ya te das una idea de este tipo de engaño. El clickbait (que en español su significado es ciberanzuelo o cibercebo) es una técnica que usa titulares, contenido, imágenes o vídeos que buscan atraer la mayor atención posible de los usuarios. En general, utiliza expresiones exageradas, con un poco de misterio y con mucha emoción para que la persona haga clic y así aumentar las visitas y visualizaciones de dicho contenido. La idea es crear un contenido tan llamativo que el cerebro piense: “tengo que saber qué pasó” y clicar inevitablemente en ello.

Aunque a primera vista parece solo un recurso de marketing para captar la atención de las personas, la realidad es que el clickbait no siempre es inocente. Mucho de este contenido puede ser engañoso, falso e incluso puede ser de estafa, llevar a enlaces maliciosos o fraude electrónico. Sin contar que una web o cuenta que tenga clickbait en exceso pone en riesgo la credibilidad de la marca y perjudica la relación con su audiencia.

Cómo reconocer un clickbait

Por suerte, reconocer un clickbait es más fácil de lo que parece. Estas son algunas de las pistas que te ayudarán a reconocerlo a simple vista, que destaca la Universitat Autónoma de Barcelona:

• Títulos exagerados o misteriosos. “No creerás lo que…”, “No quieren que veas esto”, “El final te sorprenderá”, son algunos de los ejemplos, aunque hay muchos. También suelen ser listas que suenan irresistibles o historias emotivas, como “7 electrodomésticos con los que no puedes vivir” o “La historia de este niño y su abuela que te alegrará el día”. En general, un clickbait es todo lo que parezca ser una promesa o que sea muy sensacionalista, ya sea algo bueno o malo.
• Fotos impactantes, pero que no tienen relación. Si alguna vez has clicado en una imagen y cuando entras lo que ves no tiene nada que ver con lo que pensabas, has caído en uno de los clickbait más comunes. Utilizan imágenes que saben que van a enganchar a los usuarios, aunque una vez dentro el contenido no tiene nada que ver con lo que se mostraba.
• Contenido confuso. Cuando el titular apenas da datos concretos y se limita a crear suspense, es muy probable que sea clickbait. Por ejemplo: “Descubre el secreto de este actor que está revolucionando Hollywood”. Si ni siquiera se menciona el nombre de la actriz, el actor, o se dan más detalles en general de la noticia, entonces están buscando tu clic.
• URL o dominio poco confiable. En general, nunca es recomendable clicar en enlaces sospechosos, pero considerando que el clickbait busca literalmente clics, es preferible tener aún más precaución. Si lleva a una web de dudosa reputación, con nombre extraño o el medio no es conocido, mejor no fiarse.

Cómo protegerte del clickbait

Tener sentido crítico será la forma más fácil de protegerse de un clickbait y alejarse del sensacionalismo en general. Además, puedes:

• Contrastar la información. Si un titular parece muy impactante, mejor buscar en un medio fiable a ver si se hace eco de la noticia.
• Utiliza bloqueadores de anuncios. Ahorran gran parte de la publicidad invasiva y ayudan a evitar banners sospechosos.
• Fíjate en la URL. Si el dominio es extraño o se ve sospechoso (por ejemplo: Faceb00k.com en vez de Facebook.com), mejor no clicar.
• Lee bien antes de hacer clic. En las redes sociales suele aparecer un mensaje de vista previa del artículo. Si lees con atención, puedes identificar si aporta datos reales o es más sensacionalista.
• Desconfía. Puede parecer muy obvio, pero no hay un método infalible para hacer dinero rápido, tampoco es posible perder 10 kilos en unos días y no vas a aprender un idioma en 24 horas. Todo lo que parezca demasiado bueno para ser cierto, posiblemente no lo es.

¿Por qué puede ser una estafa?

No todos los clickbait son malintencionados, ya que, en general, buscan aumentar los clics de esa publicación para ganar visitas, reproducciones o cualquier tipo de beneficio económico o de popularidad. El problema está en que algunos de esos enlaces pueden ser una estafa o directamente un intento de fraude como el phishing.

“Gana 1.000 euros en una semana sin moverte de casa”, “Aprende alemán en 24 horas con este truco”, son ejemplos de titulares que crean expectativas irreales y que, por más que cliques, no vas a encontrar una fórmula mágica para lograrlo. Aunque el enlace no sea malicioso, se puede considerar una estafa porque la información es un engaño.

En otras ocasiones, el objetivo puede ser dirigir a la persona a una web que pide información personal o datos bancarios, bajo la promesa de haber ganado un premio o una oferta única. O que directamente descargue un archivo e instale un malware en el dispositivo que comprometa tus datos. Al final, los títulos exagerados sirven como anzuelo para aumentar las probabilidades de que las personas entren y, una vez allí, caer en la trampa.

Ejemplos de clickbait

Basta con hacer una búsqueda rápida en Internet para encontrar ejemplos reales de clickbait, con noticias y medios de comunicación que usan esta técnica para generar intriga y que las personas entren a la noticia.

Por eso, en principio el clickbait no tiene por qué ser malicioso, pero al final puede crear un efecto de bola de nieve que es difícil de detener. Especialmente si no solo exagera el titular, sino que desinforma. Por ejemplo, cuando se divulgan rumores del fallecimiento de una celebridad o de cualquier persona de renombre y que pueda tener un impacto en la actualidad.

Y no es algo que encontraremos exclusivamente en los medios de comunicación. Ya que esta práctica no se limita a las noticias, también puede estar en vídeos o redes sociales, donde puede ser más difícil ver el origen del enlace.

Ya tienes toda la información que necesitas para no caer en un clickbait. Y es que, en muchos casos, la desinformación y los bulos pueden tener consecuencias reales. Desde ABANCA nos preocupa tu seguridad por eso nos esforzamos día a día para proteger tu información personal y tus datos, con una app y una banca electrónica extraordinariamente segura.