¿Cuánto ahorras cada mes? ¿Te has marcado un objetivo anual de ahorro? Y lo más importante, ¿lo estás cumpliendo? Seguro que en más de una ocasión te han hecho hincapié en el valor de tener unos buenos hábitos de ahorro desde la niñez. Un mayor control sobre el dinero tendrá como consecuencia un aumento de tu bienestar financiero, algo que deberías buscar en todas las etapas de tu vida en las que el ahorro debería acompañará.
La vida consta de distintas fases, desde la niñez hasta la jubilación, en las que te marcarás distintos objetivos –personales y profesionales– que casi siempre estarán ligados a condicionantes o necesidades financieras para llevarlos a cabo. Elaborar un plan de ahorro tendrá como recompensa una vida más tranquila en términos financieros.
En este artículo haremos un recorrido por los distintos momentos de la vida y las necesidades económicas de cada uno de ellos. Además, te ayudaremos marcando unas líneas generales de ahorro para llegar a la jubilación con el objetivo de recoger lo cosechado en los años previos sin sufrir sobresaltos por el camino.
Infancia y adolescencia
Los hábitos de ahorro que tengas como adulto serán un reflejo de la educación financiera que hayas recibido desde la infancia. Uno de los propósitos de las instituciones españolas, con la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España al frente, es impulsar la educación financiera en las escuelas. La intención de esta iniciativa tiene como objetivo que los niños y niñas absorban conceptos en forma de juego.
En la edad más temprana, los referentes serán tanto los padres como los profesores, por lo que es importante establecer unas pautas de ahorro en familia y compartirlas con los más pequeños. En esta época no se trata de porcentajes de ahorro sino de reforzar el aprendizaje.
Por ejemplo, compartir los gastos de ese viaje que tanta ilusión hace a los más pequeños. El simple hecho de que tengan que ahorrar todos los meses un importe reducido en base a la paga que reciben irá concienciándoles de que aportar a la economía familiar tiene una recompensa.
Por otro lado, los más pequeños aumentan sus competencias financieras al disponer de una cuenta bancaria. La cuenta Netclub, por ejemplo, trabaja con un sistema de puntos por el que, a medida que aumente el saldo de la cuenta, podrán conseguir juguetes educativos, libros, música o tecnología. Un refuerzo positivo mientras se trabaja el hábito de ahorro.
En la adolescencia y la etapa estudiantil, los patrones financieros cambian. Es una época en la que se busca la independencia de los padres y los gastos suelen ser mayores. Por este motivo, una tarjeta joven propia que no tenga comisiones será una gran ayuda para tener un mayor libertad y control financiero. Muchos jóvenes optan por un trabajo a tiempo parcial mientras finalizan sus estudios y otros administran la cantidad que les llega desde casa. Independientemente de la fuente del ingreso, una buena gestión del dinero es esencial.
Edad adulta
Tras la adolescencia, llega el momento de enfrentarse al mundo laboral y a unas cargas económicas mayores. Suele iniciarse con la búsqueda del primer empleo y la emancipación, en vistas a convertirse en una persona independiente desde el punto de vista económico. Se puede dividir en dos fases, una inicial y una etapa de desarrollo.
En la inicial todo va enfocado a la carrera laboral y a evolucionar profesionalmente, de paso que se forman unos patrones de ahorro de cara a la siguiente fase. Teniendo en cuenta que los salarios suelen ser más bajos al inicio de la carrera, una meta de ahorro mensual del 10% del total se convertirá en un objetivo asequible.
A la hora de establecer un patrón de ahorro, la Cuenta Clara de ABANCA encaja en tus necesidades, ya que es una cuenta online sin comisiones con una app que te permite establecer tus propias pautas de ahorro.
La decisión que suele venir a continuación es la compra de un hogar (cuando habrás de elegir entre hipoteca fija, variable o mixta) y decidir si formar una familia. La mayor parte de los gastos de esta fase se destinan a cubrir las necesidades domésticas. Los sueldos suelen ser más elevados por lo que, con este tipo de planes, el objetivo de ahorro se puede incrementar hasta un 15 o 20% del total del sueldo.
Además, la década de los cuarenta es un momento importante para ir pensando en la jubilación. Aunque pueda parecer una meta lejana, se podrá empezar con una cantidad más reducida para ir incrementándola en base a nuestro ritmo de vida. Con el simulador de pensiones de ABANCA podrás calcular cuánto vas a cobrar cuando te jubiles y planificar tus necesidades de ahorro y posibles aportaciones a tu plan de pensiones.
Consolidación profesional
En la etapa comprendida entre los 55 y 65 años, el patrimonio familiar suele estar completo y amortizado. En esta época, los ingresos se estabilizan ante la independencia de los hijos y el descenso del volumen de gastos. El ahorro puede aumentarse hasta un 30% de los ingresos.
En esta época es importante reforzar la hucha y el plan de pensiones, con vistas a la jubilación que cada vez es más cercana. La meta de ahorro prioritaria es el plan de pensiones, pero otras alternativas como un fondo de inversión para rentabilizar el ahorro o la contratación de un seguro de vida, salud o vivienda también son opciones a tener en cuenta.
La jubilación
La época del disfrute. Después de muchos años de esfuerzo, trabajo y ahorro, llega el momento de tranquilidad. Un momento en el que si has hecho bien los pasos anteriores, podrás vivir con sensación de seguridad y libertad financiera. En este punto se recomienda ser más conservador en cuanto a inversiones y mimar los ahorros de toda una vida.
Aunque la vida esté llena de imprevistos, el hábito de ahorro es esencial para una correcta planificación de las finanzas. Una buena salud económica repercutirá en el resto de ámbitos de tu vida para hacerla plena.