Consumo colaborativo: ¿cómo puede ayudarte en la vuelta al cole?

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La cuesta de enero es complicada, sí. Pero la de septiembre no se queda atrás. Y es que probablemente hayas gastado más de la cuenta durante tus vacaciones y ahora, además, te toque hacer frente a los gastos derivados de la vuelta a la rutina. Es momento de llenar la nevera de nuevo, encender más la luz, pagar las facturas de agosto y comprar ropa, material escolar o libros para la vuelta al cole de los más pequeños.

Queremos facilitarte la vuelta al cole y la cuesta de septiembre de modo que puedas controlar al máximo y reducir los gastos por medio del consumo colaborativo. ¿Conoces este término? ¡Pues para eso estamos aquí!

El consumo colaborativo consiste en intercambiar, compartir, pedir prestado y vender lo que ya no usas. De este modo estás aprovechando bienes que todavía están en buen estado y dándole una nueva vida a los que ya no usas. Es una práctica que no para de ganar adeptos, cada vez es más común y no paran de aumentar las aplicaciones destinadas a poner en contacto a las dos partes del intercambio. ¡Sigue leyendo para saber más sobre el consumo colaborativo y cómo puede ayudarte con la vuelta al cole!

¿Qué es el consumo colaborativo?

Como hemos comentado, el consumo colaborativo, o economía colaborativa, es un modelo basado en el intercambio, alquiler, préstamo, recomercialización, donación y uso compartido. La tendencia actual ya no es poseer, sino tener acceso a bienes, servicios, conocimientos y habilidades a través de comunidades generadas en torno a la web, las redes sociales y las apps. Este cambio en el concepto hace que pasemos de ver cualquier bien como algo que vamos a tener siempre, como algo que vamos a usar mientras lo necesitemos.

Al tiempo que nuestros hábitos de consumo cambian a nivel social, cultural y económico nos volvemos una sociedad cada vez más colaboradora y solidaria. El consumo colaborativo es una forma de invertir nuestro dinero, pero también de ayudar a los demás y, sobre todo, de ahorrar. De este modo, puede verse como un intercambio de favores, en el que ambas partes ganan.

Spotify, Airbnb, BlaBlaCar, Wallapop, Vinted o Uber son algunos ejemplos de economía colaborativa que probablemente ya utilices. A continuación, muchas otras opciones para que la cuesta de septiembre y la vuelta al cole sean más llevaderas. Y un listado de apps para organizar tus gastos y ahorrar desde este momento.

Consumo colaborativo y consumo individual

El consumo individual se puede considerar el modelo antónimo al consumo colaborativo. Este sistema asume que un mismo individuo absorbe el coste total del consumo de un bien, desde el momento de la compra hasta el final. No contempla comprar un producto que ya ha sido usado o venderlo tras su uso.

Por el contrario, el consumo colaborativo asume que cada individuo usará el mismo bien durante un período. De modo que una vez ya no lo necesite pase a ser usado por otro individuo. De este modo, la vida útil del bien es mucho más larga y el coste por consumidor se reduce de un modo drástico.

Ventajas del consumo colaborativo

El consumo colaborativo presenta múltiples ventajas a diferentes niveles. De un modo resumido, estas son algunas de las principales:

  • Reduce de los costes de adquisición.
  • Libera el espacio ocupado por bienes que ya no usamos.
  • Gracias a su crecimiento constante, la oferta es cada vez más amplia y personalizada.
  • Reduce las necesidades de producción, es sostenible, ecológico y respetuoso con el medio ambiente. Contribuye a optimizar la gestión de los recursos.
  • Pone en contacto a diferentes usuarios y mejora las relaciones interpersonales. Además, se pueden dejar comentarios de experiencias anteriores para dar información a otros consumidores potenciales.

Ejemplos de consumo colaborativo y ahorro

Probablemente tengas un montón de libros que tus hijos ya no necesitan, ropa que les queda pequeña y vecinos que van al mismo colegio. ¿Por qué no sacarle partido a todo ello?

Libros

Tanto los libros escolares de cada año como todos esos libros que ya has leído y no te interesa volver a leer. ¿Por qué no darles una segunda vida? Puedes localizar tiendas de libros usados en las que venderlos, cadenas de padres y alumnos para pasar los libros año tras año o aplicaciones. En este ámbito, podrás probar con algunas genéricas como Wallapop o Milanuncios u otras específicas para libros.

Mientras que Bolsabooks se dedica únicamente a la compraventa de libros académicos, El Giralibro, Truequebook o Bolsa de libros nacen para dar una segunda vida a los libros de texto. Todas ellas son opciones interesantes con las que podrás ahorrarte cada año una importante cantidad de dinero.

Por una parte, podrás sacar un ingreso extra por los libros que ya no necesitas. Y, por otra parte, podrás conseguir libros en buen estado por precios mucho más bajos que si los hubieses comprado nuevos.

Transporte

Coger la bicicleta (algunas ciudades tienen servicios de alquiler públicos), el autobús, el metro o ir caminando siempre son mejores opciones. Pero si no tienes más remedio que coger el coche para ir a trabajar o para llevar a tu hijo al colegio, ¿por qué no compartirlo con alguien que viva cerca de ti?

Existen plataformas específicas para esto, como BlaBlaCar, Amovens, Bluemove y un larguísimo etcétera. Aunque probablemente para el día a día no necesites recurrir a ellas, sino directamente organizarte con otros padres. De este modo no solo estarás ahorrando dinero, también estarás siendo más sostenible y disfrutarás de más tiempo libre.

Ropa y uniformes

Si necesitas renovar tu armario, Vinted es una de las plataformas más populares de España y otros países europeos para comprar y vender prendas de segunda mano. Y para los uniformes de los niños, además de las webs genéricas como Wallapop o Vibbo, existen otras específicas como Uniformes y libros, donde también podrás encontrar material escolar, servicio de cuidado de niños y hasta clases particulares.

Comida

La alimentación también se apunta al consumo colaborativo. Las aplicaciones contra el desperdicio, como Too Good To Go, tienen el objetivo de salvar la comida que todavía está en buen estado pero que no ha podido venderse en su plazo establecido.

Con este objetivo, ponen en contacto a los comercios y restaurantes con el consumidor final, que puede adquirir packs por precios mucho más ajustados.

Es una opción muy práctica para tener listo en un instante algunos de los menús semanales.

Y estos son solo algunos ejemplos, porque la economía colaborativa no para de crecer. Alquilar tu apartamento en la playa a través de Airbnb o barcos en Click & Boat son opciones interesantes para ahorrar durante la cuesta de septiembre. Compartir tu cuenta de Netflix con otras personas o pasarte al plan familiar de Spotify, también.

¿Sabías que Wikipedia también se considera una plataforma de consumo colaborativo? En este caso en el ámbito de la creación de bienes comunes. Su funcionamiento se basa en el intercambio de conocimiento entre todos sus usuarios.

Aplaza los gastos de la vuelta al cole

Esperamos que con todas estas ideas de consumo colaborativo para la vuelta al cole consigas reducir una parte importante de tus gastos de este mes.

Y para las compras de las que no puedas librarte durante la cuesta de septiembre, cuentas con el servicio de pago fraccionado de ABANCA. Si quieres conocer todos los detalles del programa, visita la web de ABANCA.

Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.

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