¿Qué es una excedencia voluntaria y cómo solicitarla?

Es gratificante cuando el trabajo al que te dedicas te aporta algo más allá de lo puramente económico, pero hay veces que, incluso en las mejores condiciones, el cuerpo puede pedir un respiro. Si alguna vez has necesitado un tiempo más largo del habitual para volver a la rutina, pero no quieres dejar tu trabajo de lado para siempre, puede que necesites un período en el que centrar tus esfuerzos a asentar tus ideas. En el ámbito laboral, la excedencia voluntaria funciona para permitirse un tiempo para este tipo de situaciones.

¿Qué es una excedencia voluntaria?

La excedencia voluntaria es un derecho del personal, que es quien solicita la suspensión del contrato de trabajo durante un período para ausentarse de sus funciones, tal como se refleja en el Estatuto de los Trabajadores. Generalmente, esta suspensión nace de una voluntad o interés personal y no suele ser necesario justificar la causa. Aunque se debe tener en cuenta que el convenio colectivo puede condicionar la concesión a motivos justificados.

Puedes tener múltiples razones para querer solicitar una excedencia laboral voluntaria, como puede ser tu deseo de recorrer el mundo, pero debes tener en cuenta que en situación de excedencia no se percibe salario ni podrás cobrar el paro. Tampoco tu empresa cotizará por ti a la Seguridad Social durante ese tiempo. Ahora bien, si el convenio así lo permite y no hay ninguna cláusula que lo invalide, sí podrá trabajar para otras empresas.

Ten en cuenta que en cada empresa podrá haber diferencias en períodos u otras condiciones, dependiendo del convenio colectivo. Por lo que si estás pensando en utilizar este derecho, es bueno que conozcas los detalles de tu caso.

¿Cuándo puedo pedir una excedencia voluntaria?

Si alguna vez te has planteado solicitar una excedencia en tu trabajo y te preguntas si influye la antigüedad para pedir una excedencia, tienes que saber que sí, uno de los requisitos imprescindibles es tener al menos un año de antigüedad en la empresa. Una vez superado este tiempo, si cumples con el resto de requisitos, podrás disfrutar de tu excedencia voluntaria.

¿Cada cuánto se puede pedir una excedencia?

Si ya has disfrutado de un período de excedencia voluntaria y te planteas solicitar otra, puedes volver a pedirla siempre y cuando se espere un período de tiempo de cuatro años entre excedencia y excedencia. Una vez transcurrido, tan solo tendrías que repetir el proceso.

Excedencia voluntaria vs excedencia forzosa

Ya sea por decisión personal o por una necesidad de fuerza mayor, cuando se habla de la excedencia de trabajo puedes encontrar al menos dos clases bien diferenciadas, que se reflejan en el Ministerio del Trabajo:

La excedencia voluntaria

Como ya te hemos adelantado, la excedencia voluntaria, a diferencia de la forzosa y de otras excedencias, es independiente del motivo ofrecido y no tiene por qué ser justificada por quien la solicita.

La duración de la excedencia voluntaria puede ir desde los cuatro meses hasta los cinco años, pero no garantiza la conservación del puesto de trabajo. Es decir, a la vuelta, salvo que se haya pactado algo diferente, solo tendrás preferencia sobre otros nuevos candidatos para un puesto del mismo grupo profesional o de una categoría similar, pero no a tu antiguo puesto. Además, para la reincorporación es necesario avisar a la empresa con al menos un mes de antelación.

La excedencia forzosa

La excedencia forzosa, sin embargo, se da cuando la persona se ve obligada a ocupar un cargo público o tiene que realizar funciones sindicales de ámbito provincial o superior. En este caso, no existe límite de duración concreta, este será el que ocupe la función o cargo público, por lo que el puesto de trabajo estará garantizado hasta la vuelta del trabajador. Además, los días de excedencia se contarán como trabajados para el cómputo de antigüedad.

¿Qué otros tipos de excedencia hay?

Además de la excedencia voluntaria y la forzosa, también se pueden encontrar otros tipos de excedencias motivadas por causas concretas.

  • Excedencia por cuidado de familiares: tiene naturaleza voluntaria, pero los efectos jurídicos son los propios de la excedencia forzosa. Es decir, tiene una duración máxima de dos años, pero implica la reserva de puesto de trabajo durante el primero.
  • Excedencia por cuidado de hijos: en este caso, la duración máxima es de tres años y también da derecho a reservar el puesto durante un año. Al menos, siempre y cuando el trabajador no forme parte de una familia numerosa de categoría general (cuya reserva será de hasta de quince meses) o categoría especial (cuya reserva durará hasta los dieciocho meses).

Ahora bien, a pesar de ser un derecho del personal, no siempre está disponible. Pueden darse situaciones en las que, si dos o más trabajadores de una misma compañía piden una excedencia por la misma causa, la empresa podría limitar su uso.

Existen también otros tipos, como la excedencia formativa o por estudios.

¿Cómo pedir una excedencia en el trabajo?

Antes de solicitar una excedencia voluntaria es importante repasar bien el Estatuto de los trabajadores, tu convenio colectivo y, en su caso, los acuerdos de empresa que puedan regular estas situaciones ya que pueden recoger particularidades que influyen en las condiciones de disfrute, solicitud y prórroga de la excedencia, como se refleja en el Mapa de Negociación Colectiva. Por ejemplo, respetar el período tramitado.

Para su tramitación, se pueden acordar con la empresa las condiciones de la misma si así se prefiere. Cuando tengas la decisión tomada y comprendas las responsabilidades, es aconsejable realizar la solicitud por escrito para evitar posibles malentendidos futuros. Aunque no existe un plazo de preaviso obligatorio (salvo que tu convenio así lo indique), se recomienda avisar con una antelación suficiente para que la empresa estudie la solicitud y pueda organizarse.

También es aconsejable recoger por escrito las condiciones de la excedencia acordadas con la empresa. Una vez acordada la excedencia, no se podrá regresar a la empresa durante el periodo acordado, aunque se podría pedir una o varias prórrogas, siempre que no se supere el período máximo permitido para la excedencia.

Ahora que ya sabes cómo solicitar una excedencia, tal vez te interese centrarte en cómo invertir el tiempo que dedicarías a ella. Te dejamos dos consejos que te pueden venir bien: el primero, que entiendas a la perfección qué es un año sabático y cómo financiarlo; y el segundo, que dispongas de un producto financiero, como el Préstamo 24h de ABANCA, para hacer frente a los gastos que estén por venir.

Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.

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