El reglamento de la UEFA creado para “mejorar la salud financiera de los clubes europeos” es lo que se conoce como fair play financiero (FPF), juego limpio financiero en español. Estas normas obligan a los equipos de fútbol a no gastar por encima de sus posibilidades para evitar deudas y, por lo tanto, situaciones de quiebra. Se aplica desde el año 2011.
Los clubes, de no ser capaces de probar que han pagado sus facturas, se exponen a que la UEFA los elimine de sus competiciones. Y es que si el Paris Saint-Germain batió en 2018 su récord de ventas en traspasos fue precisamente por esto: para compensar lo invertido en fichajes de jugadores como Neymar o Mbappé y, de este modo, no ser sancionado.
En este artículo te explicaremos cómo funciona el reglamento que más trae de cabeza a los clubes de fútbol durante el mercado de fichajes: el del juego limpio financiero.
Seis puntos básicos para entender el fair play financiero
Los clubes, sin deudas con Hacienda ni con otros jugadores o clubes
Los clubes deben demostrar que no están endeudados con agencias tributarias, jugadores ni clubes. Además, su balance económico, aunque con matices, debe estar equilibrado: no pueden gastar más de lo que ingresan.
Ni fútbol femenino, ni categorías inferiores ni instalaciones
La UEFA excluye del control del punto de equilibrio de la economía de los clubes estos tres ámbitos. Por un lado, el fútbol femenino y las categorías inferiores, con el objetivo de promocionar las mismas; y, por otro lado, las instalaciones deportivas como los estadios.
Análisis económico de los últimos tres años
El Comité de Control Financiero de Clubes de la UEFA es el encargado de verificar que las cifras de los tres últimos años de los clubes estén correctas.
El déficit puede llegar hasta los 100 millones de euros
Siempre que el gasto esté cubierto por una contribución de los propietarios del club o de sus sponsors, la UEFA permite un desequilibrio de hasta 100 millones de euros. Hace poco el límite estaba en 30 millones de euros, pero con las normas del fair play financiero 2.0, aprobado hace unos meses con el objetivo de endurecer la normativa, se amplía esta cifra.
Restricciones en la inscripción de jugadores
Las sanciones económicas conllevan un período de apelación, por lo que hasta la resolución final y, sobre todo para los clubes más adinerados, las consecuencias no son notorias. Por ello, la UEFA también puede sancionarlos limitando las inscripciones de jugadores para las competiciones en las que vayan a participar, algo que sí afecta a todos.
La exclusión no es automática
Que un club no cumpla con la normativa del fair play financiero no quiere decir que sea eliminado de inmediato de las competiciones europeas. La UEFA, en estos casos, analiza varios factores y, en función de la gravedad del incumplimiento, puede imponer diferentes medidas disciplinarias: advertencias, amonestaciones, multas, deducción de puntos, retención de ingresos, prohibición de registro de nuevos jugadores en las competiciones, restricción del número de convocados, descalificación de las competiciones y, por último, retirada del título.
Y lo más importante: todo es negociable
Como sucede con las agencias tributarias, la UEFA contempla en el reglamento los “acuerdos de estabilización”, que pueden ser referidos al tiempo o a los objetivos económicos que los clubes deben cumplir. Y es que uno de los objetivos del reglamento es proteger la viabilidad del fútbol europeo y garantizar que los clubes resuelven sus problemas económicos de forma oportuna.
Otros, como introducir más disciplina y racionalidad en sus finanzas, disminuir la presión sobre los salarios y limitar la inflación han llevado este año a la aprobación de unas medidas más restrictivas que nunca. Y es que a pesar de las críticas, ha recibido un apoyo casi absoluto de los protagonistas del fútbol europeo.
Recuerda que los contenidos de este blog tienen carácter informativo. Cualquier actuación motivada por su contenido o por la interpretación de las normas a las que hace referencia deberá ser analizada de forma específica teniendo en cuenta la situación particular de que se trate.