El nuevo coronavirus (COVID-19) ya ha provocado la muerte de más de 200.000 personas en todo el mundo (en el momento en que escribimos este post). Aunque la mayoría de los casos originalmente se concentraron en la ciudad china de Wuhan, el virus ya se ha propagado a la mayoría de países del mundo. Por ejemplo, en España, la suma de los contagiados ya supera los 200.000.
La incertidumbre y el desconocimiento sobre la epidemia COVID-19 ha reducido a mínimos históricos la producción, el consumo y el turismo en la mayoría de los países afectados. Y esto tiene importantes consecuencias en los mercados de valores y economías de todo el mundo.
Pero ¿cómo está afectando el COVID-19 a la economía? Los mercados anticipan un empeoramiento de la situación, pero los analistas señalan que todavía es pronto para medir el impacto económico de esta pandemia. En el siguiente post analizaremos las primeras consecuencias del impacto económico del coronavirus.
Reforzar la economía para combatir el virus
Organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) advierten de que la pandemia puede reducir el crecimiento económico mundial en 2020. Así, el pasado 16 de febrero Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, reparó en que el crecimiento de la economía mundial, estimado en un 3,3% para este año, podría verse recortado entre un 0,1% y 0,2% por el coronavirus.
En una situación como esta, los estados se ven obligados a inyectar grandes cantidades de dinero para que el sistema siga funcionando como, por ejemplo, que las personas que se han quedado temporalmente sin trabajo sigan cobrando para poder pagar las facturas, o que las empresas que no pueden producir puedan pagar a sus trabajadores.
En España, el Gobierno ha aprobado excepcionalmente un paquete de medidas económicas en el que se facilita el proceso por el que las empresas podrán declarar Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), cuyo objetivo es que los trabajadores puedan cobrar el paro, con ayudas a las empresas que elijan esta opción.
Además, para combatir la epidemia y limitar los efectos que pueda tener sobre la economía, los expertos recomiendan también aumentar los recursos del sector sanitario. Así, en un informe publicado hace unas semanas, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendaba al Gobierno de Pedro Sánchez “dotar al sector sanitario de suficientes recursos y aprobar medidas temporales de carácter extraordinario para hacer frente a la pandemia”.
Las bolsas de valores: en caída libre
Que las empresas dejen de producir y la gente deje de consumir también tiene efectos devastadores sobre las bolsas y mercados de valores, donde se comercia con el valor de las empresas y las materias primas.
El pasado 9 de marzo de 2020 se convirtió en el segundo “lunes negro” consecutivo en las bolsas mundiales, como consecuencia de las medidas preventivas contra el coronavirus. Desde entonces, la situación no ha hecho más que empeorar con caídas pronunciadas en los mercados globales.
Una semana después, el 16 de marzo, los inversores y empresas se despertaron con caídas cercanas al 10% en la bolsa de Nueva York, considerada una de las más importantes del mundo. En España, el Ibex 35 ha experimentado pérdidas aún mayores y, junto a Italia, es de los países más dañados por la COVID-19.
Algunos expertos temen que la pandemia del coronavirus pueda desencadenar una nueva crisis económica similar a la del 2008, que tuvo efectos a nivel mundial.
No obstante, las empresas del sector farmacéutico están viendo cómo sus acciones crecen y ganan dinero, principalmente aquellas que se dedican a investigar una vacuna para el coronavirus.
Guerra de precios del petróleo
La crisis producida por el coronavirus también ha provocado un descenso en la demanda de petróleo, ya que la actividad industrial y doméstica se ha ralentizado en muchos países a causa de las medidas de control.
Además de consumir menos combustible por la situación de pandemia, hay otro factor que influye en el precio del petróleo: la batalla interna entre Rusia y Arabia Saudí, que son los dos mayores productores de petróleo del mundo.
Así, la caída de la demanda como consecuencia de las medidas de confinamiento, sumada al aumento del bombeo de crudo por parte de Arabia Saudí, han arrastrado la cotización del precio del barril de referencia para Estados Unidos por debajo de los 20 dólares, un nivel desconocido desde 2002, mientras que el petróleo Brent, de referencia para Europa, cotiza por debajo de los 24 dólares por barril.
Coste económico de pandemias mundiales
En lo que llevamos de siglo, la única pandemia hasta ahora declarada oficialmente por la OMS tuvo lugar en 2009 con la famosa Gripe A o gripe porcina (H1N1). Fue la primera vez en cuatro décadas que un nuevo virus de la gripe emergía y desataba una enfermedad a gran escala alrededor del mundo.
Los investigadores señalaron que en el tiempo que duró la pandemia fallecieron entre 123 mil y 203 mil personas. De estas, entre 62 y 85 por ciento se registraron en personas menores de 65 años. Asimismo, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud se calcula que el daño a la economía mundial estuvo en un rango de 45 mil millones a 55 mil millones de dólares.
No obstante, la humanidad se ha enfrentado a lo largo de la historia con otras epidemias devastadoras y en la historia reciente nos hemos enfrentado a diversas emergencias de salud pública internacionales que han sido amenazas de pandemia. El Comité de Emergencia de la OMS ha decretado hasta en cinco ocasiones el estado de emergencia de salud pública de importancia internacional (ESPII) en la historia reciente: en 2014 y 2019 con los brotes de Ébola en África Occidental y en la República Democrática del Congo; en 2014 por la polio y en 2016 por el virus Zika.
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